Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

Humor negro

Hacer humor a costa de uno mismo y no del prójimo es lo que estamos esperando de Guillermo Zapata e Iglesias

Ese tipo de humor que se emplea respecto de cosas que, vistas desde su perspectiva natural, suscitaría piedad, lástima, temor o emociones parecidas tiene una larga tradición. La muerte es el tema más utilizado, pero no le van a la zaga las deformaciones físicas y las incapacidades.

Se le atribuye a don Pedro Muñoz Seca uno de las mejores manifestaciones de humor negro, porque cuando se encontró frente al pelotón de fusilamiento en la Guerra civil española, apresado por los anarcosindicalistas por sus ideas monárquicas y católicas, les dijo que podían quitarle su hacienda, sus tierras, su riqueza, incluso a su mujer "y como vais a hacer, la vida, pero una cosa no me podéis quitar: el miedo que tengo". El autor de La venganza de don Mendo, tuvo el enorme mérito de hacer humor a su costa y en el momento más importante de su vida, como es enfrentado a la muerte. Un buen humor negro son también algunas papeletas mortuorias. Leo en Abc una de un señor que había sido notario y escritor y que dejó encargada, suplicando el perdón a sus deudos y amigos "por haber tenido el atrevimiento de morirse sin su permiso" y añadía: "No lo haré más". Otro señor, fallecido en febrero de este año, muy castizamente, puso en el suplico "sus hijos, nietos y hermanos y demás familiares comunican que la ha palmado", y otra señora escribió en su esquela: "Para un día que salgo en una escala y no me veo".

No puede decirse que sea un buen humor negro el de Guillermo Zapata, concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid con Carmena, que antes de serlo se dedicó a hacer chistes a costa de Irene Villa, que en un atentado de ETA había perdido las 2 piernas y 3 dedos de una mano. También, hizo chistes a costa de la sevillana Marta del Castillo. Su macabro sentido del humor no le costó más que el cese en la Concejalía de Cultura.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias ha presentado en el Congreso una propuesta para que manifestaciones que él considera se engloban en el llamado humor negro no se enjuicien como acto de terrorismo o su enaltecimiento. Para ello, quiere que se derogue el artículo 578 del Código Penal porque no se trata más que de manifestaciones del derecho a la libertad de expresión. Justificó esta derogación en la rueda de prensa posterior porque mientras los corruptos y mafiosos están en la calle, se puede ir a la cárcel por un tuit. Hacer humor a costa de uno mismo y no del prójimo es lo que estamos esperando de Guillermo Zapata y Pablo Iglesias.

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