José Joaquín León

Imitaciones en la Moncloa

Las dos orillas

24 de julio 2008 - 01:00

UNA de las noticias llamativas de este verano ha sido que Custo Barcelona ha denunciado a Desigual por presunta imitación de sus diseños. Desigual asegura que no es igual lo suyo, pero Custo insiste en que le copian la ropa por la cara y está hasta las narices. Hasta ahora las grandes falsificaciones de marcas venían de China. Ellos se llevan la mala fama, aunque no sean los únicos que recosen cocodrilos de Lacoste en politos de medio pelo, made in Bangladesh, o más cerca.

Esta industria del gato por liebre y el cocodrilo más falso que Judas se ha consolidado y contribuye al prestigio de ciertos mercadillos. Las falsificaciones, según Custo, amenazan ya a las marcas entre sí. Se nota que estamos en tiempos de crisis. Pero lo curioso es que ahora las imitaciones han llegado también a la política, quizá por influencia de otro mercadillo ambulante: el de los votos.

Este Zapatero y este Rajoy que sonreían ayer en la Moncloa, ¿son los auténticos o están falsificados? En las últimas semanas da la impresión de que se están pirateando entre sí. Este Zapatero cada vez sabe más a Rajoy, y este Rajoy cada vez tiene más gusto a Zapatero. Así es más fácil que se pongan de acuerdo en algo, aunque sea en algo tan elemental como un pacto sobre nuestra Justicia para la renovación del CGPJ y el Tribunal Constitucional. En la lucha contra el terrorismo tampoco estábamos acostumbrados a ninguna coincidencia, después de los últimos cuatro años de legislatura, en los que ZP rehuía acercarse al PP como si fueran nazis apestados, y Rajoy trataba al PSOE como si lo hubiera fundado Satanás disfrazado de Pablo Iglesias.

El Zapatero que imita a Rajoy, después del fracaso en la negociación con ETA y de las dietas del señor De Juana, está haciendo lo que le decía el líder del PP desde el 2004: ¡a por ellos, oé! Los etarras van a la cárcel de comando en comando, y les han incautado mapas de varias ciudades andaluzas, con los que estarían preparando una Guía del Terror. Por su parte, el Rajoy que imita a Zapatero sigue el ejemplo del líder del PSOE en los últimos cuatro años: vamos a vender humo con una sonrisa. Y así se ha convertido en el campeón del buen rollito, dispuesto a hacerse fotos en la Moncloa y a darle un abrazo a quien se deje. Si hay que pactar algunas cosas, pues también, siempre que no sea la economía, claro, porque el responsable de la crisis es Zapatero y ese marrón que se lo coma él.

En los sondeos de Prisa y corriendo, esto se nota: José Luis va para abajo y Mariano para arriba. Un empate técnico, o así, que luce mucho y no sirve para nada, pues no hay elecciones en el horizonte cercano. Las imitaciones alcanzarían el éxtasis si Zapatero se deja barba y Rajoy se la afeita. Pero a tanto no llegarán.

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