La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El desgarro de la muerte en el Parlamento de Andalucía
La ventana
OCURRIÓ antier, San Fernando por todo el día, y ya está en la historia ocupando sitio en el rincón de las grandes faenas que en el mundo han sido. Como un maestro Rodrigo redivivo, José Antonio Morante reeditó el Concierto de Aranjuez y no en el pentagrama sino con capote y muleta ante un toro excepcional de Garcigrande. Aunque el duende nada tiene que ver con el vídeo, la filmación te aproxima considerablemente al hecho y el hecho fue que el orfebre de La Puebla del Río soñó y bordó el toreo en la arena del Real Sitio. Ausente en Córdoba y Granada, Morante se fue de la cama de un hospital a vestirse de torero para no faltar a su mayor compromiso de mayo, el mano a mano con El Juli. Y como no hay quinto malo salió un precioso toro de Garcigrande que traía bajo el brazo al duende, ese duende que únicamente acompaña a toreros como Morante.
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