¿San Pablo o Dodge City?

PASA LA VIDA

27 de junio 2011 - 01:00

LA ciudad sin ley de las novelas de quiosco y las películas de Errol Flynn es el espejo en el que se mira el aeropuerto de Sevilla. Es lamentable y denigrante el embudo de coches en la terminal de salidas porque el lugar está organizado para que todos los vehículos entren en el parking de pago. Pero es obvio que siempre hay personas que llevan a otras a San Pablo en su coche particular, y sólo necesitan parar menos de un minuto. Ese derecho a una parada tan breve está cercenado porque se prima el interés de la empresa de estacionamiento, y el de los taxistas ávidos de monopolizar la conexión entre la ciudad y el aeródromo, con una tarifa fija carísima que es el primer factor de imagen negativa con el que Sevilla da la bienvenida. Y el segundo, cuando la ominosa picaresca de algunos le cobra de más al cliente, si le ven pinta de incauto que ignora la normativa.

Los sevillanos se están llevando la sorpresa de que el espíritu inquisidor también se blande contra la empresa gallega Lavacolla, que se instaló en San Pablo hace un año para ofrecer un servicio muy competitivo de recogida y entrega de coches en las terminales de salida y llegada, con limpieza y mantenimiento técnico del vehículo durante el tiempo en el que se está fuera de Sevilla. Pero hay quienes no desean su éxito porque es la alternativa al parking oficial, y también al que se inaugura el próximo mes con mil plazas, cuya gestión se ha concedido a Aussa, sociedad participada por Tussam y Azvi.Lavacolla ha denunciado a Aena porque se ponen trabas a la recogida y entrega de los coches junto a las terminales. La libertad de mercado no despega.

La confirmación de que se descarta la conexión ferroviaria de alta velocidad entre San Pablo y Santa Justa da alas a quienes se esfuerzan en ser los amos del cotarro en San Pablo. Si el alcalde Zoido quiere mostrar un golpe de autoridad, allí tiene terreno para hacerlo, y ciudadanos con ganas de aplaudir que se cumplan las normas y se enderece a los díscolos.

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