Siempre es bulla en el Paseo Colón

10 de noviembre 2017 - 05:38

Cuando la única oferta hostelera en la zona era el Bar Colón, comedero donde servían el mejor pescado frito de la ciudad, el Paseo Colón era una delicia. Como su nombre indica, el paseo por allí no era interrumpido por obstáculo alguno. Sólo los veladores con su sugerente aroma a pescado recién frito de dicho establecimiento obstaculizaban esa vía. Era cuando entonces, como tantas y tantas cosas que hemos ido perdiendo en esta ciudad tan resistente a las agresiones. Lo de ahora, en ese tramo que va de Adriano a Reyes Católicos, es un infierno, una bulla sin solución de continuidad que ríase usted de la que se forma en la Alfalfa el Martes Santo. Es tan desmesurada la aglomeración de personas que da miedo pasar por allí. Tanto que lo de Mateos Gago es una minucia al lado del Paseo Colón, por lo que ya tarda lo de ponerle vallas a un campo tan peligroso.

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