Vida a tres tiempos

CONFORME vas cumpliendo años -y no es que uno tenga muchos pero sí los suficientes como para ser consciente de esta sensación-, entiendes la nostalgia de quienes, al echar la vista atrás, añoran los buenos tiempos que, poco a poco, van quedándose lejos de la actualidad que nos toca vivir.

El viernes Tony Benítez dijo adiós a una etapa. A 45 años de pasión desmedida por el diseño que, en cuestión de un solo segundo, casi desaparecían tras el cierre en Sevilla de su establecimiento. Tan sencillo como hacer girar una llave para que una puerta se cierre o, según se espera de Dios, una ventana se abra. Y es que Tony cambia la aguja por el pincel dedicándose, desde ahora, a "vestir" piedras sobre las que plasmará nada más y nada menos que la historia del traje. "Será mi donación a un museo que, algún día, espero dedique mi ciudad a la moda", me contaba el modisto esta misma semana entre las últimas cajas de retales de encajes, lentejuelas y peinas que quedaban en su taller.

Un espacio visitado por duquesas como la de Alba o la de Feria, Nati Abascal; o por marquesas como Pepita Saltillo; o por la señora del "maestro" Curro Romero, Carmen Tello; incluso tampoco han faltado artistas de empaques tan diversos como los de la bailarina María Rosa, el cantante Falete o la actriz María Fernanda D´Ocón. Tony posee el don de los más delicados anfitriones y, sea cual sea tu condición, sabe hacerte sentir cómodo a su lado.

De primera mano les cuento a ustedes todo esto puesto que, con la mayoría de los mencionados, he compartido inolvidables Semanas Santas o entrañables navidades que también pertenecen ya al lote de lo pasado. Ése en el que también reservo vivencias junto a, por ejemplo, Sara Montiel, Carmen Sevilla, Montserrat Caballé, Raphael o Antonio Gala. Grandes referentes de nuestra época a los que debemos agradecer el presente que hoy disfrutamos. El futuro está en nuestras manos pero ése será el recuerdo de otros…