La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El desgarro de la muerte en el Parlamento de Andalucía
La ventana
CARACOLÁ por la tierra de los Peña, Gazpacho en el crisol donde vivió y murió Diego el del Gastor, el viernes se agotaron las localidades para ver a ese joven genio que es Miguel Poveda en el patio de la Diputación, anoche se celebró la Reunión de Puebla de Cazalla y cerraba Enrique Morente en el castillo de Alcalá de Guadaíra un evento de nuevo cuño que atiende por festival de Artes Escénicas Riberas del Guadaíra. Se ha venido nuevamente arriba el chaparrón de festivales flamencos que tienen en el verano su temporada lógica. Reuniones bajo el techo de las estrellas de una punta a otra de Andalucía que recuerda cómo todo esto se puso en marcha bajo el motor indiscutible de Antonio Mairena o de Fosforito, impulsores muy principales de todo este tinglado de gazpachos, potajes, caracolás, yerbabuenas, demás parientes y afectos que sirven para la divulgación y el disfrute del flamenco más auténtico.
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