El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, se reunió el 6 de noviembre con representantes de los municipios de más de 20.000 habitantes del Aljarafe que prestan el servicio de bomberos -al que están obligados por población- a través de la Mancomunidad de Desarrollo y Fomento de la comarca. Estuvieron miembros de los gobiernos de San Juan de Aznalfarache (PSOE), Coria del Río (PA), Bormujos y Tomares (PP). Mairena del Aljarafe y Camas no pudieron, pero respaldaron el encuentro pedido por el presidente de la Mancomunidad, Raúl Castilla, para intentar convencer al Gobierno central de la necesidad de que se articule alguna fórmula para que se pueda llevar a cabo la ampliación de plantilla, para la que hay fondos en el presupuesto de 2017 sin ejecutar por las restricciones al aumento de funcionarios.

Según Castilla, Sanz reconoció la "singularidad" de la situación y la solicitud hecha desde el Aljarafe y se comprometió a convocar otra "reunión técnica" para concretar, en su caso, en qué condiciones se podría desbloquear la oferta pública de empleo. Ésta contemplaba que para este año -que ya entra en su recta final- se sacaran siete plazas bombero, un jefe de parque específico para las instalaciones que la Mancomunidad tiene en Santiponce, un jefe general del servicio y la promoción interna de cinco plazas de cabo.

Entre los años 2018 y 2019, se ha programado la incorporación de otros diez bomberos, que se sumarían a los 43 actuales, un número absolutamente insuficiente teniendo en cuenta que la Mancomunidad no sólo da servicio a esos municipios mayores, sino a otros 25 más pequeños y a los que a los que cubre la Diputación, también a través del ente, al que aporta fondos. El encuentro se produce después de que, por carta, la Delegación del Gobierno haya rechazado varias veces hacer algún tipo de "excepcionalidad" en este caso con las restricciones estatales al aumento de las plantillas en las entidades públicas, que sólo se ha flexibilizado en el caso de los puestos en servicios públicos básicos que han ido quedando vacantes, aunque sigue vetado el aumento de los gastos de personal.

El Aljarafe no ha dejado de crecer en población, industria, tráfico y en riesgos y necesita más bomberos. La plantilla de la Mancomunidad estuvo casi un año en huelga de celo para reclamar más medios y efectivos, una protesta que se zanjó con el compromiso de aumento de plantilla que sigue en el aire. Para ese aumento se habían previsto 350.000 euros en 2017, primera anualidad de un plan a tres años que llega al millón de euros. Pese a la disponibilidad de Sanz a estudiar el proceso ahora, Castilla advierte que los plazos son absolutamente ajustados ya y que es necesario que se desbloquee este mismo mes de noviembre, que ya ha pasado su ecuador.