Lipasam está implicada en dos accidentes mortales en cuatro meses

sucesos | la investigación de dos siniestros con la empresa de limpieza implicada

En el primer siniestro falleció un motorista de 38 años en la Puerta de Carmona y en el segundo una mujer de 40 en Palmete

Los conductores negaron las imprudencias

Patrulleros de la Policía Local, en la Puerta de Carmona, donde falleció un motorista en un accidente provocado por un camión de Lipasam en enero.
Patrulleros de la Policía Local, en la Puerta de Carmona, donde falleció un motorista en un accidente provocado por un camión de Lipasam en enero. / Emergencias Sevilla
Fernando Pérez Ávila

02 de mayo 2018 - 09:02

El atropello de una mujer en Amate fue el segundo accidente mortal provocado por un camión de la empresa municipal de limpieza (Lipasam) en menos de cuatro meses. El primer siniestro ocurrió sobre las dos de la madrugada del 18 de enero en la calle Recaredo, a la altura de la Puerta de Carmona. En aquella ocasión falleció un motorista de 38 años, que chocó contra un árbol tras intentar esquivar a un vehículo de Lipasam que le cortó la trayectoria. Así quedó acreditado en el atestado que hizo la Oficina de Gestión de Atestados, la unidad de la Policía Local que se encarga de la elaboración de los informes sobre accidentes de tráfico en la ciudad.

Fuentes policiales explicaron a este periódico que el camión giró desde el carril central hacia la Puerta de Carmona, mientras la moto que pilotaba la víctima circulaba por la derecha, cortándole así la trayectoria. El motorista colisionó levemente contra el camión de la basura, pero perdió el control de la moto y finalmente se empotró contra un árbol. Ese impacto resultó mortal. La Policía Local no llegó a imputarle un homicidio por imprudencia al camionero porque consideró que se trataba de una imprudencia de carácter leve, pero sí determinó que el responsable del accidente fue el conductor del camión.

Para la investigación fueron claves las grabaciones de la farmacia de la esquina, que habían grabado claramente la secuencia del accidente. Las cámaras desmontaron así la versión del empleado de Lipasam, que mantuvo en su declaración todo momento que iba por el carril derecho, cuando quedó claro por las imágenes que iba por el central y el que iba por el derecho era el motorista.

En el caso de la Ronda, el camión giró desde el carril central y cortó la trayectoria al motorista

Al igual que sucedió en el caso de Palmete, el Ayuntamiento no informó públicamente de que la responsabilidad de este siniestro era del conductor de Lipasam. La versión que dio el Consistorio tras los hechos consistía en que el motorista iba detrás del camión y que, en un momento determinado de la marcha, "la motocicleta rozó el camión, lo que provocó la desestabilización del vehículo, que terminó perdiendo la verticalidad".

El empleado que provocó el accidente de Palmete también negó que estuviera realizando una maniobra prohibida cuando atropelló a una mujer de 40 años, María Luisa Pleguezuelo, casada y madre de dos niñas de 5 y 9 años. Este siniestro ocurrió la mañana del 10 de abril en la calle Ayamonte. El atestado de la Policía Local ha permitido averiguar que el camionero estaba dando marcha atrás, una práctica habitual entre los empleados de Lipasam que trabajan en esta ruta. Según varios testigos, lo hacen así para ahorrarse tener que llegar hasta la glorieta Forja XXI y dar una gran vuelta para seguir la marcha. Numerosos indicios apuntan a que el conductor de Lipasam iba circulando marcha atrás aquella mañana en la calle Ayamonte.

En el accidente de Palmete, el camión iba marcha atrás cuando arrolló a la víctima

En primer lugar, el vehículo no presentaba restos biológicos algunos en el eje delantero. Sí los tenía en los dos ejes traseros, "observándose proyección de sangre en la zona exterior de la barra portamatrícula y en la zona superior de la caja contenedora de la carga, proyectada de abajo hacia arriba y hacia atrás". También había restos biológicos de la víctima a unos 15 metros de la posición del cadáver, junto a una mancha de sangre con proyección hacia atrás, así como gotas de sangre con la misma trayectoria sobre los coches que estaban estacionados en batería junto al lugar del atropello. Igualmente, el análisis del GPS que llevaba el camión concluyó que éste iba circulando marcha atrás.

Este caso está siendo investigado por el juzgado de Instrucción número 8 de Sevilla y el conductor del camión está siendo investigado como presunto autor de un delito de homicidio imprudente. Varios altos cargos de Lipasam que testificaron ante la juez dijeron que los GPS son antiguos y fallan a menudo. El abogado de la familia de la víctima, Javier Jaenes, solicitó un histórico de los movimientos del camión durante todo el día, y comprobó que el único momento en el que indica una marcha atrás fue en el lugar del atropello.

El precedente de 2011 acabó en una condena

Existe otro precedente de accidente mortal provocado por un conductor de Lipasam, el 24 de febrero de 2011 en la calle Bartolomé Carelli, una vía peatonal que conecta la Carretera de Carmona y la avenida de Miraflores. En aquel atropello murió una religiosa seglar de 79 años, arrollada por un camión que daba marcha atrás. La Audiencia Provincial de Sevilla confirmó la condena del juzgado de lo Penal número 12, que impuso al trabajador una multa de 400 euros por una falta de imprudencia con resultado de muerte y el pago de una indemnización de 13.000 euros a la familia de la víctima.

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