El aparcamiento soterrado en la Plaza San Martín de Porres con 700 plazas que demandan los vecinos de Triana es de construcción imposible por las estructuras subterráneas que habría que construir para garantizar el paso de la línea 4 del Metro, que en los planos atraviesa bajo esta zona. Así lo desveló ayer a la prensa la sociedad mixta Aussa (51% de capital social de Tussam y 49% de Azvi), que gestiona cinco aparcamientos y la zona azul de la ciudad, en un encuentro celebrado con motivo de su 20 aniversario.

La cuestión es que el concurso que se sacó en el mandato de Zoido en 2012 quedó desierto porque prácticamente cuesta más dinero hacer la caja de hormigón por donde debe pasar el Metro que la propia estructura del aparcamiento. Este detalle dispara su coste a límites imposibles. Hasta ahora el Ayuntamiento no había dado detalles de la causa del fracaso de esta licitación. Ni siquiera el grupo municipal de Ciudadanos debía conocerlo cuando reclamó hace días que este parking no se condene al olvido porque lo necesitan los comerciantes, el mercado y los vecinos del barrio.

A todo ello se suma el hecho de que cualquier subterráneo en Sevilla tiene un coste mayor por la impermeabilización de la estructura que requiere profundizar hasta los 24 metros, hincando los muros-pantalla a ese nivel del suelo, aclara Aussa. La empresa añade que por eso y por los impuestos añadidos una plaza subterránea no sale por menos de 20.000 euros.

La opción de los aparcamientos en altura no cuaja en Sevilla pese a que su construcción cuesta la mitad, se puede levantar en tres meses una estructura metálica de 300 plazas y una plaza en propiedad puede salir por 5.000 a 6.000 euros.

Otro aparcamiento fallido que anunció el Ayuntamiento es el previsto en superficie en 2016 en el solar del Equipo Quirúrgico, detrás de los Juzgados del Prado. Este parking tampoco puede prosperar por su baja rentabilidad, ya que únicamente caben de 30 a 40 plazas debido a la existencia de un árbol de gran porte que no puede tocarse. Una gran empresa constructora andaluza renunció a una concesión de aparcamiento en esta zona por esa razón, asegura Aussa.

Entre los parkings que deben ponerse en marcha necesariamente figura el que va en superficie en la calle Campamento, en San Bernardo, y el subterráneo de Bami (para 650 vehículos en la Plaza Rafael Salgado) que quedó sin acabar en el mandato de Monteseirín. La idea es que el de Campamento se licita pronto y funcione con un modelo similar al de residentes del Valle (40 euros al mes IVA incluido), que con 200 plazas está siendo "un éxito" y tiene una lista de espera de 16 personas, según Aussa.

Aussa aseguró ayer que no hay novedad sobre "la situación de anomalía administrativa" que el Inteventor del Ayuntamiento advirtió en 2016 por tener esta sociedad negocios fuera de Sevilla sin la autorización del Pleno municipal. El Interventor propuso vender el 51% municipal a privados, pero nada de eso se ha hecho.