Ferrera y Ponce, dos veteranos con frescura

El extremeño ha cuajado una campaña magnífica tras su retorno y el valenciano, con hambre novilleril, es un torero incombustible

Antonio Ferrera, en un quite en su actuación del 6 de mayo en la plaza de Sevilla.
Antonio Ferrera, en un quite en su actuación del 6 de mayo en la plaza de Sevilla. / Juan Carlos Muñoz
Luis Nieto

31 de diciembre 2017 - 02:37

En la temporada 2017 han destacado fundamentalmente dos matadores de toros: los veteranos Antonio Ferrera y Enrique Ponce en un año en el que en su conjunto el empresariado continúa sin abrir las puertas a los nuevos valores y los carteles suelen ser sota, caballo y rey. Una campaña en la que las figuras han evitado, como sucede en estos tiempos, el toro encastado y las denominadas corridas duras. Por otro lado, tras pasar lo peor de la crisis económica, se ha recuperado público, pero falta, sin duda, un torero que arrase en las taquillas.

Antonio Ferrera, en su retorno a los ruedos tras el grave percance que sufrió en junio de 2015 en Muro, con fractura del antebrazo derecho, ha cuajado una temporada 2017 de manera magnífica. Impresionante en Madrid y Sevilla. Excelente con un nuñezdelcuvillo en Las Ventas. En La Maestranza, pletórico lidiador ante Platino, de Victorino Martín, al que cortó una oreja y realizó la mejor faena de la feria abrileña a un toro de El Pilar, pero no remató con la espada. En Pamplona también redondeó una tarde para el recuerdo, a la que le faltó la rúbrica en la suerte suprema.

Enrique Ponce se ha vaciado varias tardes con una ambición novilleril, aderezando sus actuaciones con su valor natural y unos conocimientos técnicos y artísticos que le han colocado en la historia del toreo. Los años parece que no pasan para un torero incombustible. A tener en cuenta su tarde de San Isidro en Las Ventas, donde salió a hombros en la Feria de San Isidro, tras cortar una oreja a cada uno de sus oponentes, del hierro de Domingo Hernández.

Junto a estos dos veteranos hay que reseñar la gran campaña de Ginés Marín, la gran revelación de la temporada, con regularidad y que cuajó una gran faena al excepcional Barberillo, de Alcurrucén, al que cortó dos orejas en San Isidro en Las Ventas. Merecida puerta grande para entrar en el circuito y codearse con las figuras.

En un recorrido por los toreros encuadrados como figuras nos encontramos con un Juli peleón, que cuajó algunas faenas; una de las más destacadas la realizada en Valladolid a Fanfarria, de Daniel Ruiz. Morante, en temporada desafortunada, anunció su retirada en El Puerto. Logró una de sus mejores obras en Illescas. Talavante, con desigualdades, dejó momentos espléndidos como en la Feria del Pilar en una gran actuación el 13 de octubre, en la que cortó tres orejas. Manzanares concretó una campaña en la que posiblemente su faena más maciza sucedió en la Feria de Julio de Valencia a un toro de Núñez del Cuvillo. Perera realizó una temporada a más, con un gran cierre en la Feria de Otoño y la de Castella fue desigual.

Roca Rey, quien el año pasado ya se situó en primera línea, tuvo que sobreponerse a varios percances en su segunda temporada como matador, dando un gran nivel en plazas de primera. Y entre los diez primeros del escalafón se situaron Cayetano y El Fandi. Otros diestros que han crecido profesionalmente de manera muy ostensible son Paco Ureña, Juan del Álamo, Juan Bautista, Román, Manuel Escribano, Pepe Moral, Emilio de Justo, Daniel Luque...

En 2017 hubo despedidas y retornos. Francisco Rivera Ordóñez Paquirri se marchó después de 22 años como matador de toros y Luis Vilches tras 17 temporadas. Otro torero que toma el testigo y abandonará los ruedos tras 2018 es Juan José Padilla, tras completar una temporada con regularidad. Pepe Luis Vázquez refrescó el ambiente en su reaparición con un toreo añejo que plasmó especialmente en Granada en un año en el que reaparecieron ocasionalmente Ortega Cano y Dávila Miura y José Pedro Prados El Fundi.

El panorama novilleril apenas ha tenido color. De todos los nuevos valores ha destacado en conjunto el venezolano Jesús Enrique Colombo.

En el rejoneo, Lea Vicens ha quedado líder en número de festejos y Hermoso de Mendoza y Diego Ventura han sido los rejoneadores más brillantes en un año en el que Ventura hizo historia el 17 de septiembre en Murcia con una grandiosa faena en la que se indultó al toro Perdido, de Los Espartales.

En el aspecto ganadero, las divisas más completas han sido Victorino Martín, Jandilla y Torrestrella. Y se han lidiado y desaprovechado numerosos toros sueltos.

Entre otros personajes relevantes del mundo del toro fallecieron, por orden cronológico, Manolo Cortés, Palomo Linares, Iván Fandiño -por cornada mortal y a quien rememoramos en un apartado especial-, Gregorio Sánchez, Dámaso González, Paquito Esplá y Victorino Martín Andrés.

En definitiva, una temporada 2017 en la que los veteranos Antonio Ferrera y Enrique Ponce, junto a Ginés Marín, como máxima revelación, han sido los diestros más interesantes.

Fandiño cayó en su lucha por volver a la cima

Cuando todavía no se había cumplido ni un año de la muerte del matador de toros segoviano Víctor Barrio, el diestro vasco Iván Fandiño fallecía el 17 de junio de 2017 a consecuencia de una gravísima cornada inferida por un toro de la ganadería de Baltasar Ibán en la ciudad francesa de Aire-Sur l'Adour. El destino frenaba con una cornada atroz en la zona del tórax y en su costado derecho a un torero que había emprendido una infatigable lucha para volver a brillar en los primeros puestos del escalafón.

Iván Fandiño trabajaba denodadamente por conseguir ascender, peldaño a peldaño, tras su encerrona en 2015 en Las Ventas donde llenó la Monumental, pero le habían pasado una factura excesiva tras el gesto ante seis toros de distintas ganaderías de las denominadas duras, que no le dieron la oportunidad para el triunfo. Había conquistado a los aficionados en temporadas anteriores y en aquel evento se jugaba su futuro. Torero que iba por libre, apoderado por Néstor García, era un grano para el sistema. Si aquel día hubiera salido cara en su actuación en Madrid...

Iván Fandiño (Orduña, 29 de septiembre de 1980) se había aficionado a los toros tras destacar como pelotari en su adolescencia. Se vistió por primera vez de luces en Llodio (Álava) el 16 de agosto de 1999 y debutó con picadores el 2 de junio de 2002 en su ciudad natal. Se forjó como torero en las capeas de la provincia de Guadalajara, donde mataba auténticos toros y en uno de esos festejos fue cuando conoció a Néstor García, quien le ayudó en su preparación como torero y fue su apoderado. Se presentó en Madrid el 12 de septiembre de 2004 y cortó una oreja al novillo Risueño, de Navalrosal. Tomó la alternativa el 25 de agosto de 2005 de manos de El Juli, quien le cedió el toro Afrodisiaco, de El Ventorrillo, en Bilbao; convirtiéndose el coso de Vista Alegre en un escenario clave en su carrera, donde en 2007 cortó una oreja y en 2009 consiguió otro trofeo de un toro de La Quinta. El 12 de mayo de 2009 confirmó en Las Ventas con el toro Catalán, de La Dehesilla, siendo apadrinado por Antonio Ferrera. Triunfó varias tardes en la plaza madrileña.

El 1 de mayo de 2010 cortó una oreja en Las Ventas a un toro de Guardiola Fantoni y debutó en la Feria de Abril, en los Sanfermines y en la Feria del Pilar. En 2011 se consolidó en las grandes ferias y en 2013 se alzó como triunfador de la temporada. En 2014 salió a hombros en Las Ventas, tras cortar dos orejas a un parladé, al que entró a matar sin muleta. Consiguió otro trofeo en la Corrida de la Beneficencia. En 2015 su apuesta en Madrid, como hemos escrito, le pasó factura y en este 2017 llegó la tragedia.

Iván Fandiño, que contó con el respeto de los aficionados tanto en Francia como en España, fue un diestro de gran valor, que siempre buscó la pureza en la realización de las suertes sin importarle cruzar la raya roja. Este año cayó en su infatigable lucha por volver a los puestos cimeros.

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