Agropecuario

El aceite de oliva, a gestionar mejor el liderazgo nacional

  • Empresarios y técnicos analizan los retos a los que se enfrenta esta industria y plantean posibles soluciones ante la volatilidad de los precios y el exceso de oferta en épocas de gran producción

  • Abren la vía a crear grupos de trabajo con los que avanzar conjuntamente

La directora general de Industrias, Innovación y Cadena Agroalimentaria de la Consejería de Agricultura, Carmen Cristina de Toro, durante su intervención en la jornada.

La directora general de Industrias, Innovación y Cadena Agroalimentaria de la Consejería de Agricultura, Carmen Cristina de Toro, durante su intervención en la jornada. / Javier Alonso (Jaén)

Hay quien considera que el sector del aceite de oliva se encuentra en crisis, mientras hay agentes que creen que la situación no es tan grave. Ante este contexto, se han analizado los principales retos que tiene ante sí esta industria y cuáles pueden ser las soluciones más factibles para acercar el sector al consumidor y que no compre únicamente guiado por el precio, como piensan muchos expertos.

Para ello, numerosos técnicos y responsables de empresas productoras y comercializadoras de aceite de oliva, así como miembros de la Junta de Andalucía, participaron hace unos días en Jaén en la jornada ‘Envasado VS Graneles’ que organizó el Grupo Joly, a través de su marca agroalimentaria AGR+, junto a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía y AgroBank, la línea de negocio de CaixaBank para el sector agrario.

Para Jesús Santolaya, presidente de Infaoliva, sí hay una crisis, y no es coyuntural, sino que es estructural porque se avecinan campañas con un exceso de producción debido a todas las plantaciones que se están poniendo, en contraposición con los “años excesivamente bondadosos” que se venían registrando. “No estamos preparados para esa superproducción, fruto de la generosidad de este sector. No hay ningún otro sector económico tan generoso;el sector del aceite de oliva ha hecho una reconversión del olivar a pulmón, mientras que la que ha realizado el viñedo la ha pagado Europa en gran medida”, señala Santolaya.

“Aquí se ha hecho una revolución salvaje sin que la Administración haya puesto un duro. En la cuenca mediterránea el coste de producción es del entorno de un euro el kilo;estamos preocupados por lo que va a venir y por la falta de capacidad de almacenamiento, que no es suficiente. Tampoco hay ningún sector que informe de forma tan abierta y transparente como lo hace el de aceite. Creo que ya está bien de echarnos las culpas entre nosotros”, apuntó.

El evento se celebró el 2 de mayo en Jaén, con el patrocinio de la Consejería de Agricultura y AgroBank. El evento se celebró el 2 de mayo en Jaén, con el patrocinio de la Consejería de Agricultura y AgroBank.

El evento se celebró el 2 de mayo en Jaén, con el patrocinio de la Consejería de Agricultura y AgroBank. / Javier Alonso (Jaén)

Acerca del verdadero grado de conocimiento del consumidor sobre el aceite de oliva, Jesús Santolaya considera que lo que más le interesa al consumidor es el precio. “Nos hemos extralimitado en hablar del aceite de oliva virgen extra, que es la bandera que debe llevar este sector, pero no la única bandera, porque hay muchos aceites vírgenes, están los lampantes y los procedentes del orujo... Hay que hacer promoción de todo, no puede enfocarse únicamente o potenciar exclusivamente el virgen extra, salvo en el extranjero, pero en España, hay que promocionar todo”.

El presidente de Infaoliva destaca que este sector ha hecho una reconversión a pulmón, mientras al viñedo “se lo ha pagado Europa”

El presidente de Infaoliva también hizo hincapié en el liderazgo del sector, que lo ha tenido Italia durante muchos años. “Nos hemos quejado siempre de cómo Italia dominaba el mercado, pero su consumidor sí pagaba 6 euros por litro de aceite de liva. Ahora que nosotros dominamos, vemos que los precios se hunden, se hunde el consumo y vemos que no remonta el precio. España tiene que tirar del carro como líder mundial en la promoción y mejora del precio”.

Rafael Cárdenas, director de Gea Westfalia. Rafael Cárdenas, director de Gea Westfalia.

Rafael Cárdenas, director de Gea Westfalia.

Para Rafael Cárdenas, director de Gea Westfalia, el aceite “es como un marrano, que se vende todo, pero no todo vale lo mismo”. Cárdenas apunta que a veces hay que vender a un precio determinado en función de la situación de cada uno, si necesitas el dinero antes y no puedes esperar, tienes que vender. Abordó el uso del panel test con el que, a su juicio, se puede crear una indefensión tremenda. “Tardan dos meses en decirme qué tipo de aceite es; me tengo que esperar;a los once meses me toman una muestra a cientos de kilómetros y me dicen que no es virgen extra, que es fraude... Pero nadie dice nada de las condiciones en las que se ha tratado ese producto desde que salió de mi almacén”, señala.

El panel test es una prueba obligatoria a nivel europeo según establece el Reglamento de la Comisión Europea relativo a las características de los aceites de oliva y de los aceites de orujo de oliva. En España, este Reglamento Europeo se ha desarrollado a través del Real Decreto que establece la normativa básica referente a los paneles de catadores de aceite de oliva virgen. El aceite de oliva virgen y aceite de oliva virgen extra son los únicos productos agroalimentarios que legalmente requieren de una valoración organoléptica, es decir, donde se emplean los sentidos (olfativo y gustativo) para distinguir una categoría comercial de otra, Aceite de Oliva Virgen o Aceite de Oliva Virgen Extra.

Jesús Santolaya, presidente de Infaoliva. Jesús Santolaya, presidente de Infaoliva.

Jesús Santolaya, presidente de Infaoliva. / Javier Alonso (Jaén)

Basada en un panel de catadores y regulada por el Consejo Oleícola Internacional (COI), la evaluación organoléptica consiste en una cata organoléptica para lo que se establecen una serie de requisitos como el número de catadores, formación, entrenamiento, etc., encaminados a hacer que el método, en la teoría, sea lo más objetivo posible y evitar el error humano. Sin embargo, en la práctica el panel test ha demostrado que tiene serios problemas por variabilidad de resultados, ya que se han encontrado numerosos casos en los que una misma muestra ofrece clasificaciones muy diferentes según el panel de cata que lo valore.

Por ello, Rafael Cárdenas recomienda que la inspección se lleve a cabo en las instalaciones de envasado “porque una vez que sale de tu almacén ya no puedes controlar el producto”. Además, en materia de exportación, “hay que tener cuidado qué vendemos, ver la cultura de cada país, pues dependiendo de cada zona geográfica, hay que tener en cuenta si se cocina con mantequilla y, por lo tanto, les gusta otros aceites más suaves. Deberíamos sentarnos con el Ministerio de Agricultura y arreglarlo, qué se cría en el campo, y ponerle precio a cada producto entre todos”.

Con una producción nacional de 1,8 millones de toneladas de aceite de oliva, más de la mitad de la oferta mundial, España tiene ante sí la gran oportunidad de ‘tirar del carro’ de este sector. Eso sí, debe jugar bien sus cartas para recoger el testigo de Italia con éxito, haciendo un frente común, y que todos los agentes que forman parte del mismo vayan de la mano, que exista una coordinación real y efectiva para obtener la sostenibilidad desde los tres puntos de vista posibles: económica, social y medioambiental.

Plan estratégico de la Consejería de Agricultura

La directora general de Industrias, Innovación y Cadena Agroalimentaria de la Consejería de Agricultura, Carmen Cristina de Toro, hizo hincapié en el trabajo que se está llevando a cabo por parte de la Junta para eliminar trabas burocráticas para los beneficiarios de ayudas, ya que, cuando han tomado el testigo del Gobierno regional de manos socialistas, “había más de 4.600 expedientes medioambientales que estaban paralizando la actividad del sector”.

También señaló que se está trabajando para la puesta en marcha de un plan estratégico para el sector con grupos de trabajo y mesas que den cabida a todos los agentes para diseñar una hoja de ruta con el máximo consenso posible.

Asimismo, destacó la importancia de establecer lo antes posible el Plan Andaluz del Agua que planifique y garantice las necesidades de riego. Recordó que, dentro de la programación del Plan de Desarrollo Rural, quedan más de 800 millones de euros por convocar para 2019. Y apostó por el valor añadido, pero “sin marginar el granel porque hay mucha cantidad para comercializar”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios