Andalucía

Ciudadanos ha perdido la mitad de la militancia en los tres años de Gobierno andaluz

  • 11 candidatos se disputarán las primarias del partido liberal en la votación del lunes y el martes

  • Fran Carrillo, desplazado de la carrera, deposita 4.000 euros en un notario, los que le redclama el partido

Arrimadas y Marín, el pasado sábado en Sevilla.

Arrimadas y Marín, el pasado sábado en Sevilla. / Joaquín Corchero/EFE

Ciudadanos cuenta en Andalucía con 2.589 militantes, según el censo actualizado para votar en las primarias que este partido celebrará los próximos lunes y martes. Son la mitad de los que contaba en 2018 -6.500, entonces- , cuando se convocaron las mismas elecciones a pocos meses de que formase coalición con el PP y entrase en el Gobierno andaluz. La franca disminución de los afiliados no sólo se debe a la singularidad andaluza, también la nacional, ya que en estos años el partido pasó de 57 a 10 escaños en el Congreso, de 36 a seis en el Parlamento catalán y se quedó fuera del madrileño. Un total de 11 candidatos compiten en estos comicios, en el que el vicepresidente, Juan Marín, es el favorito. 

En estas primarias, el partido elige a su candidato a la Presidencia de la Junta. La polémica que ha envuelto este proceso es propio de los partidos en grave recesión. Cuando Marín se presentó en 2018 a sus segundas primarias, su líder nacional de entonces, Albert Rivera, aspiraba a entrar en el Gobierno central. Con grandes posibilidades. La crisis se desató después de las segundas elecciones generales de 2019, cuando se quedaron con sólo 10 escaños en el Congreso. Por aquel entonces, una persona que forma parte del Gobierno andaluz comentó a este diario: "Lo peor de todo es que no saben lo que le están pasando". El último descalabro fue la pérdida del Ayuntamiento de Granada, la única capital que era de color naranja.

La causa más citada de este declive es que  Albert Rivera se alió con el PP y Vox, con quien participó en una manifestación en Madrid, y dejó su vocación de partido bisagra, pero esa convergencia fue antes de que se celebrasen unas generales onde obtuvo 57 escaños. El relevo por Inés Arrimadas profundizó en el foso, de ahí que el interlocutor citado anteriormete se lamentase que ni Ciudadanos sabía el porqué.    

A estas primarias se presentan 11 candidatos, pero el dirigente crítico que tenía más opciones de disputarle el puesto a Marín ha sido descabalgado de la carrera. El parlamentario cordobés Fran Carrillo no ha podido presentarse, según las comisión de garantías del partido, porque no estaba al día de las cuotas que los cargos públicos de Ciudadanos pagan todos los meses al partido. Carrillo ha negado este extremo, y ha depositado 4.000 euros en un notario para pagar la deuda que le reclama Ciudadanos. No obstante, para cobrar, el partido debe demostrar que existe esa deuda y que el resto de los candidatos que son cargos públicos demuestren que también está al día. Esto último lo hace en referencia a Marín.

Carrillo ha acusado al partido que querer cobrarle un "impuesto revolucionario". "A mí lo que me han reclamado es un impuesto revolucionario para presentarme y lo han hecho con nocturnidad y alevosía, chantajeándome e intentando extorsionarme, con la palabras como 'tienes veinticuatro horas para pagar o no te dejamos presentarte' y, aún así, lo voy a pagar", ha aseverado. 

La comisión de garantías dio 24 horas de plazo a los dos aspirantes rechazados para presentar alegaciones. Las de Carrillo no han sido aceptadas. Entre los aspirantes figura la onubense Elena Bago, que logró algo más de un 20% de apoyos en las primarias de 2018. también la sevillana Carmen Almagro, que representa a Renovadores, una corriente interna.

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