Griñán preside su último Consejo de Gobierno y el PP reclama elecciones

El PP andaluz cargó ayer contra el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, en la víspera de su marcha. Hoy comunicará su renuncia al Consejo de Gobierno. Hoy, 27 de agosto de 2013, hará oficial su anuncio de finales de julio. Y a partir de hoy, también, se pondrá en marcha la maquinaria de la sucesión, con todos los focos señalando a Susana Díaz.

Pero para los populares andaluces habría que apagarlos, o al menos cambiar su dirección para que alumbraran un escenario bien distinto: el de las elecciones. Esta es la única medicina posible, el tratamiento de choque, el antídoto, que a juicio del partido de la oposición, puede curar a la comunidad autónoma del "gran daño" que le ha causado Griñán desde la Presidencia de la Junta.

La vicesecretaria de Territorio, Medio Ambiente y Asuntos Europeos del PP-A, Alicia Martínez, fue ayer la encargada de la arremetida contra el que se convertirá en presidente en funciones una vez que se publique su renuncia en el BOJA. La parlamentaria popular recriminó a Griñán que se marche "haciéndose el mártir, al ser probablemente el presidente que más daño a hecho a la comunidad y al formar parte de quienes han ensuciado su nombre".

Los populares, como en el caso de Manuel Chaves, interpretan de nuevo la salida de Griñán como una huida a Madrid, donde "buscará refugio" en el Senado. Martínez se afanó en recalcar el "daño causado" por Griñán a Andalucía, a la que ha "salpicado con los casos de corrupción". Para la diputada popular, "PSOE e IU firmaron un pacto de silencio en el que el único objetivo era tapar la corrupción, mientras que la hoja de ruta actual estaba pactada de antemano".

A juicio del PP, ¿cuál es el futuro? Según Martínez, el Gobierno andaluz "no se traspasa" y la sucesora de Griñán, Susana Díaz, será "generosa con las exigencias" de IU porque "quiere ser presidenta por encima de todo", de manera que se doblegará ante las "concesiones" a la federación de izquierdas, que pedirá "quizás un sillón más y el mantenimiento de su estructura". "Todo esto es más que suficiente para exigir que se convoquen elecciones y que Díaz se someta a la voluntad de Andalucía, algo a lo que se niega", censuró la dirigente popular.

Precisamente, desde las filas de la formación política socia del PSOE en el Ejecutivo, su coordinador general en Andalucía, Antonio Maíllo, pidió que el nuevo gabinete que sustituirá al presidido por Griñán sirva para "dar más democracia, más participación y más autonomía" a Andalucía. No obstante, el dirigente de Izquierda Unida se cuidó de revelar si con Díaz la Junta desarrollará políticas más acordes con las exigencias de IU. Eso dependerá "de las políticas que se hagan", afirmó Maíllo, que recordó que su formación no está "ni vinculada a Griñán, ni estará vinculada a Susana Díaz; la vinculación es con políticas concretas en las que el cambio de personas no debe suponer que cambie lo importante".

El sahumerio a Griñán llegó obviamente de las filas de su partido, concretamente del número dos, Mario Jiménez, que engarzó elogios para quien "ha tomado una decisión en defensa del interés general de Andalucía y de sus instituciones". De nuevo, el vicesecretario general del PSOE-A dijo del todavía presidente del Gobierno autonómico que es una persona "tremendamente responsable" que ha llevado a cabo un ejercicio de "dignidad, de honradez y de capacidad de renuncia". En este ejercicio de defensa del jefe, Jiménez calificó de "tremendamente injusto que una persona absolutamente honrada y honesta a carta cabal se vea en esta circunstancia".