Salud admite más casos de tos ferina, pero dice que es la onda normal de la patología

Hay más casos de tos ferina. Salud lo confirma, pero aclara que el incremento es a nivel europeo y que forma parte del comportamiento cíclico de la enfermedad. La muerte de un bebé de 15 días la semana pasada en el Hospital Materno debido a la patología ha hecho saltar las alarmas. No obstante, desde la Administración sanitaria se aclara que no es un problema salud pública. "Es el quinto año consecutivo en que hay más casos. Estamos en una onda [un incremento sostenido de la tasa]. Las ondas duran entre tres y siete años. ¿Cuándo empezará a disminuir? No lo sabemos. Pero forma parte del comportamiento normal de la enfermedad", aclaró la responsable de Salud Pública de la Delegación provincial, Yolanda González.

Los datos de la Delegación de Salud recogen que durante muchos años se producían de dos a cuatro casos anuales en la provincia. Sin embargo, desde que comenzó la onda, en 2011, ha oscilado con cifras sensiblemente superiores. Así, en aquel año se registraron 28 casos y una tasa de 1,72 por 100.000. En 2012 hubo 36 y la tasa subió a 2,19. Dentro de la onda hubo a su vez un pico de 60 casos en 2013 y la tasa llegó al 3,63. En 2014 bajó a 36 y la tasa se situó en 2,22. En lo que va de año se ha producido un nuevo aumento ya que sólo en el primer semestre -con 42 casos- se superó el total de 2014.

"Es una enfermedad de comportamiento cíclico que funciona por ondas epidémicas", explica González. Según la responsable de Salud Pública de Málaga, el incremento de casos que empezó en 2011 es a nivel "malagueño, andaluz, español y europeo". En síntesis, que la provincia no se comporta epidemiológicamente de manera diferente al resto del continente. De forma gráfica puede decirse que durante muchos años la patología estuvo en una planicie con muy pocos enfermos. Desde 2011 se sitúa a nivel más elevado en una meseta con más casos y ésta a su vez tiene dientes de sierra cuyo pico máximo dentro de la onda se registró en 2013 con 60 y en aquel año, con 28.

El comportamiento cíclico de la enfermedad tiene su explicación. Por un lado, por las características propias de la patología que experimenta ondas epidémicas. Por otro, porque la vacuna no tiene el nivel de eficacia que de otras patologías. También porque haber pasado la tos ferina no deja inmunidad total y porque aún habiendo sido vacunado con los años se va perdiendo progresivamente la protección.

La tos ferina es una patología infecciosa típica de la infancia que afecta especialmente a los niños menores de un año. Cursa con tos violenta y sus complicaciones pueden ser fatales.

A nivel nacional en los últimos seis años, la cifra de fallecimientos de bebés de menos de tres meses -cuando aún no están inmunizados porque la primera dosis de la vacuna contra la tos ferina se pone sobre los dos meses de vida- ha oscilado de media de dos a cuatro. En este caso, la muerte del pequeño se ha producido en Málaga.

Los expertos indican que hay que mantener una vigilancia para seguir el comportamiento epidemiológico de la enfermedad por si fuera necesario tomar medidas, pero aseguran que de momento "no es un problema de salud pública".