Losinmortales De Algeciras a Cádiz pasando 18 años en Sevilla

De Algeciras a Cádiz se puede viajar atravesando el Parque Natural de Los Alcornocales por la autovía Jerez-Los Barrios, se puede hacer también por la antigua N-340 viendo la silueta de África desde las curvas de Tarifa, o se puede llegar igualmente después de hacer un rodeo de 18 años por Sevilla. Y esta última opción fue la que terminó eligiendo Jorge Ramos Aznar, otro de los históricos dirigentes que ayudaron a poner los cimientos del actual Partido Popular (PP) tras varios años pregonando en el desierto como militante de Alianza Popular (AP).

Muchos en la capital gaditana empezaron a conocerle hace poco tiempo, en concreto desde que en febrero de 2012, y después de la victoria de Rajoy en las generales de noviembre de 2011, relevara al socialista José de Mier al frente del Consorcio de la Zona Franca. Desde este puesto ha mantenido primero y ha multiplicado después la política de expansión de este organismo estatal que inició su predecesor, colaborando económicamente en el desarrollo de multitud de proyectos empresariales en diferentes localidades de la provincia. Esta labor le ha ganado elogios de los suyos y críticas de los ajenos a partes iguales.

Pero antes de llegar a Cádiz, Jorge Ramos dejó su estela en el Ayuntamiento de su ciudad, Algeciras, y en el Parlamento andaluz, siendo difícil destacar dónde fue más influyente. Porque en la localidad algecireña este empresario de profesión próximo a cumplir los 66 años sumó más de una década de concejal, asumiendo incluso responsabilidades de gobierno (Urbanismo, Vivienda, etc.) en los años en los que su partido pactó con el PA de Patricio González. Y en el Parlamento andaluz estuvo 18 años más, convirtiéndose en el experto indiscutible de su partido en materia de infraestructuras.

Entre medias, ocho años siendo la voz del PP en una Diputación gobernada por el PSOE con mano de hierro, además de numerosos cargos orgánicos dentro de su partido. Para ver qué camino toma para volver de Cádiz a Algeciras habrá que esperar como mínimo a finales de ese año, cuando se celebren las elecciones generales.