El escándalo con la joven activista obliga a Mora a presentar la dimisión

El hasta ayer presidente de los periodistas de Granada pide disculpas por perder los papeles y amenazar con su cinturón a una chica pro palestina. La presión social, política y mediática le lleva a dejar el cargo.

Antonio Mora, cinturón en ristre, ante la joven.
Antonio Mora, cinturón en ristre, ante la joven.
Efe / Vídeo: Efe

07 de marzo 2012 - 16:27

Antonio Mora presentó ayer su dimisión como presidente de la Asociación de la Prensa de Granada arrastrado por las críticas, indignación y rechazo social que provocó su pérdida de papeles del día anterior ante una joven pro palestina a la que llegó a amenazar con su cinturón por interrumpir la inauguración de una exposición dedicada a las relaciones diplomáticas entre España e Israel.

La decisión final de su cese se precipitó a última hora de la mañana después de horas de revuelo político y periodístico por su "vergonzoso" comportamiento. Sólo unas horas antes de enviar una carta de despedida a sus asociados anunciando la dimisión, Mora insistía en declaraciones a los medios que no tenía intención de dejar el cargo de manera inmediata. En palabras a este medio, lo primero que quiso trasladar fueron sus disculpas públicas: "Tuve una conducta inapropiada, desconocida en mí como persona, que está fuera de lugar como presidente de la Asociación de la Prensa de Granada".

Ahora bien, después de reconocer su "error grave", parafraseó un viejo dicho para expresar sus primeras intenciones: "En tiempos de desolación, no se debe hacer mudanzas". El aún presidente no pretendía tomar una decisión "perturbada por las circunstancias" y tenía en mente convocar una asamblea extraordinaria para saber de primera mano cómo afrontar la situación y qué hacer con su cargo. Pero no le dio tiempo.

Mientras él decidía qué era lo mejor para el futuro de la Asociación de la Prensa granadina, algunos miembros de su Junta Directiva presentaban la dimisión -fue el caso de Tito Ortiz que renunció como vicepresidente-, al tiempo que se sucedían a velocidad de vértigo las declaraciones de rechazo y las condenas por la "impresentable" actuación del presidente en la inauguración de la muestra. Uno de los primeros en opinar fue el concejal de Izquierda Unida, Francisco Puentedura, quien lamentó la actitud de Mora pero salvó la cara de la profesión asegurando que esas formas no representaban el papel de los periodistas. El portavoz del equipo de Gobierno, Juan García Montero, se mantuvo en la misma línea: "Considero que un personaje público debe tener mucho cuidado, tacto y mostrar un comportamiento ejemplar. Espero que pida disculpas y que el asunto se solvente".

Ninguno de los representantes municipales solicitaron la dimisión del presidente, algo que sí exigieron de manera inmediata colectivos como el Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) al considerar su conducta "inaceptable" y calificarla como "más propia de otros tiempos" vividos en España durante la dictadura franquista. También se expresó en estos términos la Diputación de Granada en voz de su presidente, Sebastián Pérez, quien denunció que "atentaba" contra los principios de "respeto y dignidad" que defiende la institución.

Una de las pocas voces de apoyo que ayer se escucharon a favor del presidente de los periodistas fue la del decano de la Facultad de Comunicación y Documentación de la UGR, Antonio Ruiz, quien consideró que Mora "no debería dimitir", al ser un caso puntual y que "debería olvidarse el tema". Ruiz, presente en el acto cuando Mora amenazó con su cinturón a la joven pro palestina, reconoció a este diario que la actuación "fue lamentable y algo desmedida" pero enfatizó que "Mora es una persona muy respetada por la comunidad de periodistas". Valoró que, como ser humano, "tuvo un problema, se puso nervioso y su actitud se le fue de las manos" y opinó que deberían ser los afiliados a la Asociación de la Prensa los que decidieran el futuro de Mora. Precisamente, las únicas palabras de apoyo público al ex presidente, que no impidieron su posterior cese, le costaron al decano la petición de dimisión por parte del Sindicato Andaluz de Periodistas.

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