Eterno 26
Unas 3.000 personas se concentraron en la puerta de cristales del estadio Benito Villamarín para rendir un sentido homenaje a Miki Roqué.
El beticismo respondió al llamamiento anónimo de concentrarse a las 20:00 en la puerta de cristales del Benito Villamarín para rendir homenaje a Miki Roqué, y alrededor de unas 3.000 personas le dijeron el último adiós al ya eterno 26.
Minutos antes de la hora prevista, ya eran muchos los aficionados béticos que dejaron recuerdos con frases cargadas de emoción en la pared del recinto heliopolitano, como por ejemplo: "Eterno 26. Gracias campeón", "Preciado, éste va a ser titular con Jarque y Puerta" y "16 y 26. Unión de sevillismo y beticismo", entre otras, acompañadas de bufandas, camisetas, fotos y banderas de equipos como el Sporting de Gijón y el Sevilla.
Fueron muchos los sevillistas que estuvieron presentes entre la multitud bética y que derramaron sus lágrimas cuando desde el balcón de la zona de Preferencia se desplegó una pancarta realizada por la peña Betisweb. En ese momento, se pasó del rotundo silencio a una sonora ovación que se repitió cuando la gente del club empezó a salir.
Así, Roberto Ríos y Vlada Stosic, en representación del cuerpo técnico y la dirección deportiva, fueron los primeros en aparecer, junto con otros trabajadores del club, como Antonio Casado, Emilio Vega y los futbolistas Pozuelo, Álex Bernal y el meta Adrián, que también hicieron acto de presencia.
Tras la ovación volvió ese silencio conmovedor roto, por momentos, por los lloros de muchos aficionados, incapaces de controlar sus emociones en tan singular momento. Sin embargo, cuando se llegó el minuto 16, en memoria de Puerta, se volvieron a escuchar aplausos cargados de emotividad que reflejaron la unión entre béticos y sevillistas fuera del terreno de juego.
Después, como si se tratara del minuto 26, se escuchó el cántico que durante todos los partidos disputados en el recinto heliopolitano, desde que se conoció la enfermedad del jugador de Tremp, se pudo escuchar: "¡Miki Roqué!", y así durante 60 segundos que parecían que nunca iban a pasar, pues cada vez se gritaba con más fuerza el nombre del central bético.
Vídeo: Beticismo.net
Por momentos, la emoción fue tal que cada vez eran más y más los aficionados verdiblancos y blanquirrojos que rompían a llorar. De nuevo, llegaron los aplausos cuando un seguidor del cuadro heliopolitano colgó una camiseta, sujeta con dos velas, con una foto y una dedicatoria hacia Miki, quien a pesar de estar a cerca de 1.000 kilómetros de la ciudad hispalense pudo escuchar, de nuevo, "¡Miki Roqué!" como si toda Sevilla entera lo gritara al unísono.
Los rostros de las personas que trabajan en el club de La Palmera reflejaban lo que así se pudo vivir, siendo despedidos con mucho cariño por los asistentes cuando entraron hacia las oficinas. En ese momento pareció que todo había finalizado, pero de allí no se movía nadie, llegando cada vez más y más aficionados para despedir a un jugador que ha dejado huella en una ciudad que estuvo a la altura.
De hecho, fueron muchas las banderas del equipo de Nervión que estaban acompañando a las del Betis en un altar improvisado pero cargado de mucho cariño para Miki Roque y Antonio Puerta, dos extraordinarios futbolistas y personas que a buen seguro seguirán disfrutando desde el cielo de Betis y Sevilla, alentando a ambos clubes a luchar por lo máximo en el terreno de juego y vivir en cordialidad una rivalidad que une a los sevillanos.
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