Dorantianas a las 12

Scarlattianas | Crítica

Dorantes en el altar de la Iglesia de San Luis de los Franceses.
Dorantes en el altar de la Iglesia de San Luis de los Franceses. / José Ángel García

La ficha

**** 'Scarlattianas' Dorantes. Piano, clave, piano eléctrico: Dorantes. Contrabajo: Antonio Torres. Percusión: Sergio Fargas. Cante: Patricio. Lugar: Iglesia de San Luis de los Franceses. Fecha: domingo, 22 de septiembre. Aforo: Lleno.

El recurso habitual utilizado en este concierto ha sido partir de una melodía de Scarlatti para introducir la rítmica jonda. El fundamento es creer, con buen criterio, que el origen de la rítmica jonda está en la polirritmia barroca. Y así, sobre tangos, tanguillos, guajiras, seguiriyas, bulerías, introducir poco a poco la música del autor Dorantes. Eso ha ocurrido en casi todos los temas. Con alguna excepción de músicas exclusivamente escritas por Dorantes. Y con la excepción, asimismo, del famoso Fandango atribuido a Scarlatti, que ha sonado en casi toda la extensión del tema denominado Fandango a tierra en el programa de mano, en donde se han introducido dos temas que pasan por populares jondos, la malagueña del jardín de Venus, que una tradición atribuye a Chacón, y la rondeña, que no sabemos quién la compuso. Todavía. En realidad el fandango barroco, que los estudiosos llaman fandango histórico, no se corresponde tanto con el fandango flamenco actual como con la soleá o la bulería. Tan solo el ritornelo instrumental del fandango actual tiene que ver con el fandango barroco. El fandango fue el heredero de la chacona, que a su vez lo fue de la zarabanda. Todas ellas danzas prohibidas por su carácter sexual, pero muy populares. El impulso rítmico enorme del flamenco, que tiene que ver también con el impulso rítmico barroco, sirve asimismo de vínculo entre ambas músicas en este recital. Otra novedad que propone el concierto es escuchar las músicas de Dorantes, o tradicionales flamencas, en el clave. El timbre tan especial del instrumento arroja una nueva mirada sobre melodías y armonías popularizadas por otros instrumentos. A ello añade Dorantes el impulso jazzístico de su base rítmica, percusión y contrabajo, aunque este último instrumento cumplió también fundiciones melódicas, especialmente en las músicas de Dorantes que en su momento denominamos como new age flamenca. Se añade a todo esto la voz, en los temas tradicionales, como las mencionadas rondeña y malagueña o la guajira, los tientos o las seguiriyas. También es agradable escuchar una seguiriya con un piano eléctrico, otra de las novedades de la reunión, aunque ya en su momento hizo sus pinitos por esta vía Diego Amador.

Que el secreto de la música flamenca está en el barroco ya no se le escapa hoy a nadie. Pero siempre miramos hacia la guitarra barroca, donde podemos encontrar las bases rítmicas de la amalgama flamenca, pero también técnicas como el rasgueado, los golpes en la tapa, etc. Luis de Briceño, Juan de Arañés, Santiago de Murzia, entre muchos otros, son continentes todavía por explorar por la mayoría de los artistas jondos, con la excepción de Tomás de Perrate con la famosa chacona de Arañés. Compositores más populares que los académicos Boccherini o Scarlatti, por más que a estos últimos también les llegara el impulso popular del fandango. Y es que toda la rítmica jonda, como la armonía, está ahí en estos compositores-recopiladores populares. Incluso hay una frase melódica que pasó directamente de los canarios al flamenco. Y eso que la melodía es el elemento musical que más condicionado está por la moda del momento.

Un concierto muy dinámico, divertido que, evidentemente, tiene un trabajo enorme detrás y al que deseamos que tenga continuidad.

stats