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Cómics

¡Vivat Grendel!

  • Este primer volumen recopila una serie de historias de la saga de Matt Wagner en las que la larga sombra de Grendel estará siempre presente

Detalle de la portada del cómic.

Detalle de la portada del cómic.

Hunter Rose fue la génesis. Su dramática y violenta historia sentó el precedente para que muchos recogieran su legado. Era como un virus que poseía a su portador, llevándole a un lugar sombrío del que ya no podría huir.

La sangre de Rose y Argent, en su último combate, manchó a la joven Stacy Palumbo, y saltaría, años después, hasta la reportera Christine Spar, que vestiría los ropajes del implacable asesino contra una nueva amenaza, los vampiros…

Y así, saltando en el tiempo, la huella de Grendel fue convirtiéndose en un mito, casi una religión. Pero la ambición, la mentira, la violencia iban a marcar su sendero, dejando por el camino muchas víctimas.

Los fans de este personaje seguro que ya disfrutasteis de la edición que recogía toda la saga creada por Matt Wagner. Primero en solitario, y más tarde junto a un increíble, y talentoso grupo de dibujantes (Los Pander Bros, Berni Mireault, Tim Sale…), delineó el futuro de esta saga que, a día de hoy, aún no ha terminado (en los Estados Unidos acaba de concluir una nueva miniserie protagonizada por el letal Grendel Prime, titulada Devil’s Oddysey).

Pero el proyecto era, y sigue siendo, tan ambicioso, que Wagner lo cedió a otros guionistas para que crearan esas nuevas piezas que darían una imagen global de ese corrupto mundo futuro, en el que el Grendel Khan Orion Assante ya no está, habiéndose convertido este en una mezcla de clanes en los que impera la violencia, el pillaje y los sentimientos más abyectos.

Así que iniciemos este nuevo, y excitante periplo por el mundo de estas Grendel Tales.En Venerar al Diablo, creada por Steve Seagle (La casa de los secretos; Es un pájaro…) y Ho Che Anderson, conoceremos a un universitario, obsesionado por la figura de Grendel, que va a sufrir en sus propias carnes la decepción de su vida cuando se cruce con una activista.

En Cuatro diablos, un infierno, el guionista James Robinson (Starman) y Teddy Kristiansen (Sandman Mistery Theatre) van a tejer un tapiz en el que cuatro personajes confluirán en un mismo punto geográfico, Nueva Orleans. Cada uno con un propósito: la resolución de unos asesinatos, por el detective Josef Mantovani; La violenta locura de un ex contable, Alfred Bixby; La búsqueda de una reliquia, por una Grendel, Gloria. Y finalmente, un habilidoso tahúr que esconde bajo su sombrero de ala ancha más de un secreto…

Como ya hemos podido comprobar a lo largo de esta saga, el papel de la religión, y su corrupción, es muy importante. Y en El martillo del Diablo, Rob Walton (Ragmop)como autor completo, coloca a su protagonista Petrus Christus, en una situación traumática cuando su pueblo, Oradour, es completamente diezmado por los Grendels que hasta entonces habían protegido a los proscritos cristianos, religión prohibida en esos tiempos futuros.

A través del sufrimiento extremo, Christus se dará cuenta del poder del Diablo, y terminará cayendo bajo su oscuro influjo.

De ahí nos trasladaremos a unos parajes lejanos, tanto como la gélida Antártida. En El Diablo entre nosotros, a una aislada base llegará un Grendel cuyo único propósito es terminar con su propia existencia, morir.

Pero Caroline Konard, que comanda al grupo, lo va a impedir y a la vez tratará de averiguar con la ayuda del misterioso guerrero, que está provocando unos misterioso y violentos terremotos que pueden asolar el lugar.

Y por si esto no fuera suficiente, un terrible virus amenaza la vida de los habitantes de la base…

Steve Seagle vuelve a ponerse al frente del argumento, y junto a él el dibujante Paul Grist (Kane).

Y como cierre a este primer, de dos tomos, Diablos y decesos; creada por Darko Macan (Hellblazer, Star Wars: X-Wing…) y una estrella que brilló con mucha fuerza en el universo, pero cuya estela se apagó demasiado pronto, Edvin Biukovic (Citati).

En esta historia nos metemos de lleno en un clan y sus problemas. Drago, un Grendel que, por accidente, se contamina de una letal radiación, será el encargado de enfrentarse a un ‘monstruo’ que está sembrando de cadáveres el lugar. Mientras, el jefe del clan, ciego y solo guiado por los ojos de su vástago, comprobará en primera persona que la traición puede llegar desde el lugar más inesperado.

Todas y cada una de estas historias poseen una calidad argumental y gráfica superior, entrando en la leyenda de Grendel por méritos propios, así como sus talentosos autores, que ya han quedado marcados para siempre por el influjo del Diablo.

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