Estas son las precauciones que debes seguir cuando uses productos de limpieza

Los productos de limpieza nos ayudarán a dejar reluciente cualquier rincón de nuestro hogar, aunque también conviene destacar su peligrosidad, tanto para el medio ambiente como para los seres humanos. De hecho, en algunos casos no es necesario acudir a ellos, pues con un mantenimiento frecuente en el que utilicemos otros productos naturales conseguiremos librarnos de tener que usarlos.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) indican que, en materia de limpieza, "menos es sinónimo de mejor", recomendando que dispongamos de un limpiador 'multiusos', capaz de retirar la suciedad de diferentes superficies. Ese producto podemos aplicarlo directamente sobre la mancha o diluirlo en agua para utilizarlo sobre zonas que no estén tan sucias.

La OCU también ha desvelado cuáles son las precauciones que debemos seguir cuando utilizamos productos de limpieza, para así reducir el riesgo. Una de ellas es ventilar bien la casa mientras estemos llevando a cabo esta tarea del hogar, por lo que abrir las ventanas siempre debe ser el primer paso.

Proteger nuestra piel es fundamental

Los productos de limpieza en ocasiones son demasiado agresivos, por lo que proteger nuestra piel es importante cuando vayamos a utilizarlos. Se debe utilizar guantes e incluso gafas protectoras cuando se recomiende.

Leer detenidamente las instrucciones de uso, así como las advertencias de peligro de cada producto que vayamos a utilizar esa otra de las medidas de precaución que expone la OCU. Al igual que mantener los envases correctamente cerrados cuando no los estemos utilizando, aplicando el cierre de seguridad, y, por supuesto, mantenerlos lejos del alcance de los niños.

Como también señalan desde la Organización de Consumidores y Usuarios, el amoniaco es un producto que conviene evitar, pues está detrás de muchos accidentes graves con niños. Por lo tanto, sobre todo si hay pequeños en el hogar, es mejor no utilizarlo.

Si vamos a usarlo es fundamental extremar las precauciones y nunca mezclarlo con otros productos.

Así puedes evitar tener que utilizar los agresivos productos de limpieza

Llenar un cubo de agua con detergente y disponer de otro con agua limpia, que utilizaremos para aclarar, podría ser suficiente para realizar la limpieza de algunas zonas, no teniendo que recurrir así a los agresivos productos. En algunos casos, además, sería suficiente utilizar agua oxigenada, limón o bicarbonato.

Por ejemplo, con una pasta que elaboremos con agua y bicarbonato de sodio podremos limpiar los restos de grasa que se encuentren incrustados en nuestro horno. La aplicamos sobre ellos y dejamos que actúe durante varias horas para luego, con ayuda de una esponja, dejar la zona completamente reluciente. Así evitaremos tener que acudir a los corrosivos limpiahornos.