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Alerta roja en la delantera

  • Carlos Fernández sufre daño en el ligamento cruzado anterior por determinar. El club medita fichar, pero sería sin tránsfer internacional.

La tranquilidad con la que la plantilla del Sevilla estaba viviendo la primera semana de este segundo parón liguero se vio alterada considerablemente por la lesión que sufrió Carlos Fernández en el entrenamiento de este jueves. El delantero blanquirrojo causó una importante alarma. Y las primeras pruebas médicas y exploraciones confirmaron el alcance de la alarma. El fino ariete de Castilleja de Guzmán sufre un "posible daño parcial en el ligamento cruzado anterior" de la rodilla izquierda. El parte ofrecido asegura que "en los próximos días se le realizarán nuevas pruebas", para evaluar la evolución de la rodilla y establecer un diagnóstico. Fue en una acción fortuita, mientras el equipo realizaba uno de los ejercicios de ataques con balón programados por el cuerpo técnico del Sevilla.

Su baja, aún por determinar, puede ser un serio problema para el Sevilla Atlético, con el que tiene ficha el jugador, y también para el primer equipo. De hecho, Carlos Fernández, a casi todos los efectos, puede considerarse como jugador de la primera plantilla, salvo por la circunstancia de que tiene ficha del filial. Jorge Sampaoli lo ha utilizado en varios partidos e incluso le dio la titularidad en San Mamés, día en que no viajó Ben Yedder a Bilbao y Vietto fue suplente. Incluso ha sido calificado por los técnicos, tanto Monchi como Sampaoli, como el tercer delantero de la primera plantilla.

Al margen de que al chaval le supone un golpe anímico importante, puesto que está en un momento clave de su carrera, es un serio inconveniente no ya para el equipo que debe pelear en Segunda División, sino, sobre todo, para el de Sampaoli. Sobre todo después de que el entrenador sevillista haya definido ya el "bosquejo" de once base, como él mismo lo definió, ubicando a los dos delanteros de la primera plantilla juntos. Vietto y Ben Yedder, de momento, se quedan sin sustituto y el estado físico del argentino, sustituido por una contractura en el último partido antes del parón, ante el Alavés, ya evidencia que hay un problema en la delantera, agravado ahora por la lesión, por determinar, del joven canterano.

Por todo esto, el Sevilla está meditando la posibilidad de acudir al mercado para paliar la baja del punta sevillano, si es que es superior a cinco meses. Claro que tal opción tiene varios condicionantes muy a tener en cuenta y el club debe medir muy bien los pasos.

El Reglamento de la Federación Española permite la inscripción fuera del plazo establecido por la FIFA (julio, agosto y enero) en determinados casos. En el Capítulo II del Título II del reglamento se estipulan las licencias de los futbolistas, y el artículo 124.3 recoge el caso excepcional al que podría acogerse el Sevilla para fichar fuera de plazo. Reza así: "También podrá autorizarse excepcionalmente la expedición de licencia fuera de los períodos reglamentarios cuando un futbolista de la plantilla cause baja por enfermedad o lesión que lleve consigo un período de inactividad por tiempo superior a cinco meses, ello siempre y cuando la inscripción del futbolista sustituto no requiera la expedición de Certificado de transferencia internacional". Es decir, que tiene que ser un futbolista en paro (como recoge el artículo 124.2) o bien inscrito en algún club español, sin necesidad de tránsfer internacional o CTI.

Dado que Carlos Fernández tiene ficha del filial, su sustituto debería ocupar su hueco en la plantilla del Sevilla Atlético. Además, si el Sevilla se plantease fichar un sustituto que pudiera alternar el filial con el primer equipo, el elegido tendría que ser en primer lugar sub 23, pues de otro modo no podría jugar en Primera División -a no ser que fuera un portero, que tiene un límite mayor, hasta los 25 años-. Además, dado que el Sevilla tiene cubiertas las tres plazas de extranjeros extracomunitarios (Mariano, Ganso y Kiyotake), el jugador debe ser comunitario, a no ser que el club decidiera que sólo reforzara al filial, que sí tiene un hueco de extranjero (Ondoa, camerunés, y Carrascal, colombiano, son los únicos extracomunitarios). Si se acoge al artículo 124.3, el club tendría 20 días para solicitar la baja de Carlos Fernández, que debe ser aprobada por una comisión médica en 72 horas, y una vez aprobada la baja, dispondría de 15 días para fichar.

En definitiva, que el espectro del perfil del posible sustituto de Carlos Fernández, en su rol de delantero del primer equipo con ficha del filial, es muy constreñido. Y no es fácil encontrar a estas alturas un delantero que juegue en España o esté en paro, es decir, que no necesite tránsfer, que sea sub 23 y comunitario. Otra posibilidad sería repescar a un cedido, como Juan Muñoz, aunque esta opción no la contempla el club, por varios factores: el utrerano salió en busca de continuidad y no hay deseo de abrir una espinosa vía de desencuentro con un club como el Zaragoza. Sólo cabe esperar que no sea grave.

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