"Me gusta Annan". La frase de Gregorio Manzano al término del encuentro copero ante el Málaga confirmó cualquier duda sobre el interés del club en hacerse con el medio centro ghanés. Ya avisó el técnico de Bailén que el principal impedimento podría ser el hecho de que el futbolista no puede jugar la Liga Europa tras haberlo hecho con su actual club, el Rosenborg. Pero hay más dificultades en la llegada de un futbolista joven, que destacó en el pasado Mundial jugando como titular todos los compromisos de su selección en su buena participación.

La competencia en el interés sobre el jugador es otra realidad. El Olympique de Marsella se antoja como el más interesado en hacerse con los servicios del medio ghanés. Tras intentar durante todo el verano la adquisición de Alou Diarra, del Girondins de Burdeos, el cuadro marsellés podría estar dispuesto a hacer un esfuerzo por Annan para corresponder a la buena marcha del equipo y regalar a Didier Deschamps un medio de cierre de garantías. De esta forma, el jugador del Rosenborg podría tener las horas contadas en su club para emprender otra aventura europea.

La búsqueda por parte del Sevilla de un medio destructivo coincide con la posición del ghanés, que durante el Mundial ya demostró ser capaz de controlar una amplia zona del centro del campo sin acompañante nato. En la cita de Sudáfrica, era Kevin Prince Boateng, hoy atacante del Milan, el que se encargaba de ayudar a Annan en el medio, demostración de la capacidad organizativa y el rigor táctico del jugador. Eso sí, el equipo ghanés en el que brilló este verano jugaba sólo con un delantero y con una línea de tres llegadores con enorme movilidad que también posibilitaba las ayudas en el centro del campo.

Siendo su imposibilidad de jugar la Liga Europa el gran impedimento en su fichaje, parece que el Sevilla tendrá que pelear para encontrar una pieza que se le resiste en su misión por fortalecer la línea más débil del equipo, más aún tras la lesión de Guarente y los pocos minutos con los que cuenta Cigarini. La opción de apostar por la cantera sigue siendo la más alejada, aunque el club no va a pagar por traspaso si la operación es arriesgada y el jugador no está contrastado.