Argentina busca una urgente victoria que asegure su clasificación a los cuartos de final de la Copa América, al medirse en Córdoba con una Costa Rica que de forma sorpresiva mira desde arriba al anfitrión del torneo y con un empate casi sellaría su pase a la siguiente fase.

El equipo albiceleste decepcionó a propios y extraños en sus dos primeras presentaciones en el torneo. Ante Bolivia logró un empate a uno en el último cuarto de hora del encuentro tras una gran aparición de Agüero, y frente a Colombia jugó todavía peor que en el debut y pudo sumar gracias a las salvadoras manos del portero Sergio Romero.

El conjunto colombiano perdonó la vida a Argentina, que dejó la ciudad de Santa Fe agobiada por un flojo rendimiento colectivo e individual, y acongojada por la histórica reprobación de sus hinchas.

Lo positivo es que el equipo, al parecer, entendió el mensaje, a juzgar por las declaraciones de Batista y de jugadores como Javier Mascherano y Javier Zanetti, quienes aludieron a la falta de confianza de los futbolistas para justificar la pobreza colectiva.

Si bien no confirmó a los once titulares, salvo a Messi y a Gonzalo Higuaín, Batista declaró que introducirá varios cambios en el equipo y pasará del 4-3-3, el dibujo táctico que más le agrada, al 4-2-1-3 con Messi como enganche.

El técnico de Costa Rica, Ricardo La Volpe, sabe que la Albiceleste saldrá a "atacar con todo" a su sub 22 y por ello tiene una estructura preparada prioritariamente para contener al rival y en segundo término para aprovechar la desesperación local si el gol no llega.