Liga de campeones

Diego Milito: dos goles, triplete y mensaje a Maradona

  • El delantero argentino de 31 años,designado mejor jugador de la final, pone en duda su presumible papel de suplente en la selección argentina con su exhibición en el Bernabéu.

Bendito problema para Diego Maradona:  Diego Milito exhibió este sábado toda su jerarquía en uno de los grandes  escenarios del fútbol mundial para darle al Inter de Milán su tercera  Liga de Campeones, la primera en 45 años. 

El argentino, que cumplirá 31 años el 12 de junio, día del debut  de su país en el Mundial de Sudáfrica, fue el hombre gol en la  veraniega noche madrileña en el estadio Santiago Bernabéu. Abrió el marcador a los 34 minutos  y lo cerró en el 70, cuando el Bayern más  apretaba. 

Así, el delantero entró en la historia grande de un equipo que  vivió una inolvidable temporada: campeón de la Liga y la Copa  italianas, rey de Europa. Semejante cadena de éxitos sólo había sido  lograda en el fútbol europeo por el Celtic Glasgow (1967), Ajax de  Amsterdam  (1972), PSV Eindhoven (1988), Manchester United (1999) y  Barcelona (2009). 

Más de un gol  cada dos partidos

Hace una década que Milito ofrece un promedio superior al de un gol cada dos partidos, pero este sábado disfrutó de una audiencia planetaria  para que, aquellos que aún dudaban, entendieran por qué tantos y  tantos aficionados al fútbol creen que Maradona cometería un pecado  si no le da una oportunidad en serio en la delantera argentina en  Sudáfrica. 

Su quinto y sexto gol de la temporada en la Champions fueron una  buena síntesis de lo que el argentino es capaz de hacer. 

En el primero interpretó a la perfección todos los movimientos de  sus compañeros, que en tres toques sacudieron las redes de Butt. Muy  mourinhesco: tener la pelota lo menos posible, pero aprovecharla al  máximo. En el segundo, mostró temple y habilidad para interpretar y  anular al rival. 

Sí llegó el 1-0: saque largo de Julio César, Milito que la baja y  se la pasa a Sneijder, éste se la devuelve y el argentino define a  media altura a la izquierda de Butt. 

Y así llegó el 2-0: recibe un profundo pase en diagonal de Eto'o,  le amaga a Van Buyten, lo espera sin desesperar, y al final lo  quiebra para quedar solo frente al arco y amargar otra vez al portero  del Bayern. 

 "Diego Alberto... ¡¡Militooo!!", repitió cinco veces el speaker  tras el primer gol para que la hinchada interista que copó todo el  fondo norte del Bernabéu estremeciera Madrid gritando el nombre del  argentino. 

Y otras cinco más volvió a sonar el "¡¡Militooo!!" tras el 2-0. El  argentino era, así, la cara heroica y visible de todo un equipo con  notable convicción táctica. Ejemplo: Zanetti llegó por momentos a  jugar más adelantado que Eto'o, al que el Bernabéu nunca le había  visto semejantes cualidades como defensor. 

La temporada de su vida

Letal frente al arquero, dueño de una gran movilidad, cerebral a  la hora de asociarse con el compañero, presionar o defender, Milito  cerró la mejor temporada de su vida. 

Tras dejar el Genoa el verano pasado por 25 millones de  euros (por entonces más de 35 millones de dólares) marcó 22 goles en  35 partidos de la Liga italiana, en la que lleva 46 anotaciones en 66  partidos. Fue suyo el gol tras asistencia de Javier Zanetti para que  el 16 de mayo el Inter sumara un nuevo scudetto. 

Sanguíneo en el desahogo post-gol, perdido en la base de una  montaña humana de felicidad en ambos festejos, Milito tiene ahora un desafío más: hacerse un lugar de privilegio en el sexteto que integra  con Leo Messi, Gonzalo Higuaín, Sergio Agüero, Carlos Tevez y Martín  Palermo

El fútbol va muy rápido: casi sin tiempo para festejar, su mira ya  está puesta en el Mundial, en el que situarlo de titular ante Nigeria  en el Ellis Park sería bastante más que un regalo de cumpleaños por  parte de Maradona. 

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