Emana no regresa con Mark González y Caffa
El camerunés dice que ayer era su último día de vacaciones
Emana no se incorporó ayer a la concentración del Betis en el hotel Barceló Montecastillo, ya que considera que el domingo fue su último día de vacaciones y que la fecha en la que debía ponerse a disposición del club es la de hoy, lunes, 20 de julio. Como estaba previsto, Mark González y Caffa sí volvieron ayer de sus respectivos destinos y arribaron a Jerez con el delegado del equipo, Víctor Antequera, que condujo el coche de Tomás Calero. El africano se puso ayer mismo en contacto con la dirección deportiva y dijo tener problemas con el vuelo que debería haberlo trasladarlo desde Francia hasta Sevilla, aunque él desde el principio tenía el billete para hoy a primera hora. Aquí se le espera sobre las once de la mañana.
El camerunés ya avisaba ayer a primera hora a este diario de sus intenciones, aunque por sus escuetas palabras no se veía ningún ánimo de polemizar, sino que él entiende que el club siempre le habló del día 20 y, posiblemente, no lo avisó de que debía regresar a Sevilla la tarde o la noche antes, como sí ocurrió en el caso de sus dos compañeros. "Es el último día de mis vacaciones; mañana voy para allá si vienen a recogerme", se limitaba a decir Emana, quien, lógicamente, también podría estar echando un pulso al club en su afán por salir.
De momento, la única realidad es que el delegado del equipo, Víctor Antequera, esperaba a los tres futbolistas a las ocho de la tarde en el estadio de Heliópolis y que por allí sólo aparecieron Mark González y Caffa, quienes junto a él llegaron una hora después a tierras jerezanas para cenar con el resto de la plantilla y entrenarse ya hoy a las órdenes de Tapia.
Mark González y Emana tenían permiso para incorporarse una semana más tarde debido a los compromisos con sus selecciones una vez acabada la Liga, mientras que en el caso de Caffa, que jugó la temporada pasada cedido en el Zaragoza, el motivo es que la Segunda División finalizó mediado el mes de junio.
Emana llegó la temporada anterior procedente del Toulouse por 6 millones de euros y el Betis pretende en principio una cantidad cercana al doble para dejarlo marchar. El camerunés está molesto porque sabe que hay clubes que se han interesado por él, como el Valencia y otros de Francia, Alemania, Italia y Turquía, pero que no estarían dispuestos, en principio, a pagar más de 8 millones.
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