Equilibrio para empezar (1-1)
Amistoso
El Betis de Poyet, con un once más reconocible, ofrece una imagen sólida para igualar ante el Everton. El balón parado fue la cara y la cruz en un duelo en el que brilló Durmisi
En los planes de Gustavo Poyet aparecía salir de Alemania con una idea más definida de lo que es ahora mismo su Betis, y así cumplió el técnico al colocar ante el Everton a un once más reconocible -a falta de algunas piezas que están por llegar y otras por reubicar-. Y el duelo, que comenzó sin un ritmo alto, estuvo igualado, con dominio alterno y escasas ocasiones por ambos bandos, aunque los verdiblancos sí mostraron que apuntan a un bloque compacto, que se planta bien sobre el campo y que mantiene el equilibrio en las transiciones.
Con esas virtudes, a los de Poyet les faltó ayer más chispa y desborde en los metros finales. Sólo Durmisi, que exhibió su velocidad y buen toque de balón, penetró y generó peligro por las bandas, aunque Joaquín fue de menos a más y también guió el juego de ataque tras el descanso. Ni cuando Poyet apostó por Rubén Castro y Sanabria al mismo tiempo durante un cuarto, el Betis inquietó a Joel Robles.
El trabajo táctico de Poyet sí se vislumbra ya en cuanto a la organización del equipo. No se descomponen los verdiblancos y ni siquiera el fallo de Adán en el 1-0, tras una mala salida en un saque de esquina, afectó como ocurría en otras ocasiones. De hecho, la respuesta bética llegó también a balón parado, con un excelente golpeo de Durmisi que peinó Felipe Gutiérrez y Pezzella remachó sobre la línea tras el rechace del poste.
Los verdiblancos crecieron cuando Jonas Martin y Felipe Gutiérrez acapararon la pelota. Al chileno, más entonado que ante el Fulham, todavía le falta ritmo, pero sí evidenció tanto un buen golpeo con la zurda como su polivalencia sobre el césped. Eso sí, el Everton, más competitivo que el Werder Bremen, también respondió, aunque apenas dos tiros lejanos inquietaron a Adán.
La tónica no cambió tras el descanso. A la salida más incisiva de los verdiblancos respondió después el Everton e incluso el zurdo Grant dispuso de sendas ocasiones seguidas. El Betis respondió primero con un buen desmarque de Rubén Castro, cuyo disparo fue desviado por un defensa, y luego con otra acción de Álex Alegría, que había entrado por el canario, al que le faltó mayor velocidad para definir tras un buen quiebro dentro del área.
Las entradas de Dani Ceballos y Musonda apenas cambiaron el ritmo del encuentro, en un Betis que acabó con Cejudo de lateral derecho -Piccini se marchó muy cansado- y con Sanabria y Álex Alegría en punta, en un intento de ganar el partido.
Tras los dos encuentros en Alemania, Poyet ya tiene las primeras conclusiones en su libreta. A la buena respuesta el viernes de los jóvenes sumó ayer una versión compacta y sólida de los teóricos titulares. A la espera de más refuerzos y de afinar conceptos, sobre todo ofensivos, el Betis continúa creciendo con buenos resultados.
Y es que para terminar el torneo, los verdiblancos se impusieron en la tanda de penaltis. Adán, villano por su error en el tanto del equipo inglés, adivinó la intención tanto de Grant como de Dowell, con lo que el Betis se proclamó finalmente campeón de la Dresden Cup.
Ficha técnica
1 (4)- Real Betis: Adán; Piccini, Pezzella, Mandi, Durmisi; Petros, Jonas, Felipe Gutiérrez; Cejudo, Joaquín y Rubén Castro. También jugaron Sanabria, Dani Ceballos, Musonda y Álex Alegría.
1 (3)- Everton: Joel Robles; Oviedo, Galloway, Holgate, Pennington; McCarthy, Barry, Besic, Cleverley; Kone y Lukaku. También jugaron Hewelt, Stones, Davies, Grant, Mirallas, Lennon y Dowell.
Árbitro: Gunter Perl (Alemania). Amonestó al inglés Lukaku y al bético Petros.
Goles: Min. 13, 0-1: Mandi, en propia meta. Min. 23, 1-1: Pezzella.
Incidencias: Partido de la segunda y última jornada de la Dresden Cup disputado en el DDV-Stadion de Dresde (Alemania) ante unos 5.000 espectadores.
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