Heliópolis siente la Primera

Hacía tiempo que en Heliópolis no se recibía al equipo como al inicio del encuentro ante el Castellón, pero la ocasión lo merecía. El Betis optaba a colocarse en la zona de ascenso 24 jornadas después, algo que acabó consumándose, no sin antes sufrir más de lo esperado ante el colista. Los béticos ya empiezan a sentir que su equipo es un candidato firme a conseguir el objetivo en el mes de junio y ahora ya depende de sí mismo. Lo que hace ocho jornadas parecía un imposible ha sido conseguido por el Betis de Víctor Fernández, un equipo que ha hecho creer a todos en el milagro.

La recuperación experimentada por el equipo verdiblanco ha sido espectacular. Con el propio técnico zaragozano al frente, la distancia con el Cartagena llegó a dispararse hasta los ocho puntos. Pero el encuentro disputado en el Cartagonova se convirtió en el punto de inflexión necesario para enviar un mensaje de autoridad a sus rivales. Desde aquella victoria, el Betis ha empezado a ser un equipo ganador, que acumula puntos por doquier y que ya lidera en solitario la segunda vuelta. Cuatro triunfos seguidos, algo que no se conseguía precisamente desde la anterior etapa de Víctor en el Betis, permiten mirar desde arriba al resto de rivales por el ascenso y que el futuro pueda ser contemplado con mucho más optimismo.

Una de las bases de la remontada está ligada al reconocimiento de un once base. El técnico zaragozano repitió ayer alineación por cuarta semana consecutiva, algo que no se repetía en el Betis desde hace más de dos años. La presencia de un once reconocible señalaba bien a las claras que el equipo ha encontrado sus señas de identidad, pese a que no todas sus piezas aparecen igualmente ajustadas. Pero ese once talismán no podrá ser repetido ante el Girona, después de que Mehmet Aurelio acumulase su quinta amarilla, tras un incidente con el argentino Ulloa, un quebradero de cabeza para toda la defensa bética.

Otro de los puntos fuertes de este Betis de Víctor radica en la puesta a punto de sus mejores jugadores. Jonathan Pereira, a quien se le criticó su falta de ritmo en los primeros encuentros, se ha convertido en el mejor estilete. El gallego suma seis tantos desde su llegada hace apenas nueve partidos y, además, ayer logró anotar por cuarta semana consecutiva. Pero si la reactivación de Pereira ha sido un hecho, no menos importante ha sido la recuperación de Sergio García, mucho más entonado físicamente desde la llegada de Víctor, algo que repercute directamente en su rendimiento goleador.

Si decíamos que la grada recibió al equipo entre vítores, no menos clamorosa fue la despedida, una alegría que ya empezó a desbordarse tras el segundo tanto bético, el conseguido por Sergio García, que trajo la tranquilidad y la euforia a partes iguales. Ni la escasa aportación de Emana, que volvió a ser sustituido nada más comenzar la segunda mitad, ni la falta de control que evidenció el equipo verdibanco en muchas fases del encuentro pudieron frenar su dinámica positiva.

Heliópolis empezó a sentir que el ascenso ya no es una quimera. El Betis de Víctor Fernández, incluso ayer que no sacó a relucir su versión más brillante, se está haciendo acreedor de la confianza de los suyos, que ayer ya comenzaron a creer que sí, que este Betis puede regresar a Primera.