Es normal que, informativamente, la presencia de Ibusuki Hiroshi en el entrenamiento del primer equipo, con los problemas que tiene Marcelino para encontrar delanteros sanos en su plantilla, provoque cierto revuelo. Lo exótico de su procedencia (Japón), la literatura que siempre tiene un jugador del filial y las críticas que está recibiendo la planificación en el asunto de la delantera desataban todo tipo de especulaciones. 

Pero la realidad es otra bien distinta. No es que Hiroshi no tenga opciones de ir convocado en ésta o en próximas ocasiones, pero la dirección está siendo otra y el técnico, además, tiene a jugadores que pueden actuar en ese puesto, además de Manu. Trochowski, Luis Alberto... Pero la primera línea de batalla en estos momentos en la preparación del encuentro ante el Mallorca es recuperar a Kanoute. El franco-malí está poniendo todo de su parte para ayudar al equipo y ayer trabajaba en doble sesión para encontrar una mejoría en las sobrecargas que padece en los isquiotibiales de ambas piernas. Aún mantiene molestias, pero el día de hoy va a ser clave y técnicos, médicos, fisioterapeutas y recuperadores no descartan aún que el gigante lyonés esté ante los de Caparrós, al menos en la convocatoria. 

Así, mientras Hiroshi centraba el objetivo de las cámaras, Kanoute trabajaba duro en la intimidad del gimnasio, para luego por la tarde completar una sesión en piscina para avanzar más en una recuperación que hoy se verá si surte efecto. 

No obstante, era lógica la curiosidad levantada por el japonés, autor de seis goles en el filial, y su alegría. "Estoy muy contento, pero tengo que seguir al máximo. Mi sensación es que tengo que mejorar mucho más, aunque para ser el primer entrenamiento no ha estado mal", dijo Hiroshi, que coincidió con Marcelino en el Zaragoza. "Sí, el míster se acordaba de mí, hemos estado hablando y me lo ha dicho".