Iago Aspas: "Me dicen que soy un enfermo del fútbol"
Iago Aspas
Deulofeu y Denis Suárez se llevan los elogios, pero el gallego comparte con ellos varios puntos comunes. Juventud, una experiencia en la Premier y muchas ganas.
Sin hacer ruido, como los marisqueros de su tierra, este futbolista produce y produce para su equipo. Un desmarque aquí, un desmarque allá, un movimiento de arrastre para llevarse a un defensa, una carrera al espacio, un gol... Iago Aspas Juncal (1-8-87, Pontevedra), con su barquita, trata de abrirse paso entre transatlánticos como Bacca o Gameiro en la delantera del Sevilla. Hijo de una marisquera de Moaña, su vida se impregna entre dos olores, los de la mar y el césped. "Soy de un pueblo marinero que está enfrente de Vigo cruzando un puente. Del marisco es de lo que vive el cincuenta por ciento del pueblo y el otro cincuenta, que ahora está más difícil, del tema del naval", explica el ex delantero del Liverpool.
El fútbol lo vive desde muy pequeño, pero es joven y esos años los tiene aún muy frescos. Además, la memoria recuerda cada detalle de algo de lo que a uno le interesa.
-Jugaba en una liga que había allí, no federada, los sábados por la mañana. Un día una persona que nos ayudaba y nos entrenaba nos dijo que había unas pruebas para ir al Celta. Cuando llegamos me llevé una gran desilusión porque era para los jugadores nacidos en el año 86 y yo era un niño pequeño, tenía 8 años y, claro, empecé a llorar. Pero este señor, Palmás, me dijo: "Bueno, vamos a decirles que eres del 87 y como no piden DNI ni nada haces la prueba y ya está". Me salió bien y aún no había ni llegado a casa y ya habían llamado para que fuera a firmar. Cuando llegué una semana después tuve que decir que era del 87 y, bueno, ellos estaban más contentos aún.
-¿Se queda con la ilusión de esas etapas o con la de ahora?
-Para mí todas las etapas en el fútbol son bonitas porque yo vivo el fútbol al cien por cien, me encanta y lo vivo, lo sigo todos los días, me sé jugadores... Me dicen que soy un enfermo del fútbol muchos compañeros, pero es una cosa que siempre he llevado desde pequeño. Con 15 ó 16 años iba a los campeonatos con el Celta y siempre ganábamos la liga con muchos goles de diferencia. Cuando llegué a juveniles, en División de Honor, yo era de segundo año y no jugaba todo lo que quisiera, bajaba al B, subía al A… Entonces fue cuando surgió la posibilidad y fui cedido al Rápido de Bouzas y eso también me sirvió para madurar.
-Cuando no se juega todo lo que uno cree ayuda a madurar, ¿no? Como en Inglaterra años después.
-Sí, es como una piedra en el camino, pero también me sirvió. Yo venía de jugar prácticamente todo, de ser la estrella en el Celta y cuando llegué allí sí es cierto que empecé de titular, en una posición que no era la mía, pero bueno, estaba jugando y ganamos los tres primeros partidos. Pero después llegó Luis Suárez y sobre todo el tramo final jugué más bien poco porque estábamos peleando la Premier, ya habíamos quedado fuera de las dos copas y no teníamos competición europea. Ya no había ni para rotaciones.
-¿Es bueno para un club como el Sevilla, gente que venga de otra liga, con otra perspectiva? Se lo digo porque también le ha pasado a Denis o Deulofeu. Vienen de una liga fuerte siendo aún muy jóvenes y con mucha hambre.
-Es un fútbol diferente, quizá un poco más físico, aunque ahora está cambiando. También es cierto que de unos años para acá con el tema de los derechos televisivos y todo lo que cobran los clubes, cualquier equipo puede tener a cualquier jugador internacional de cualquier nacionalidad porque pagan lo que haga falta.
-En el Sevilla se han visto pinceladas, pero de gran calidad. Imagino que deseará ir entrando más asiduamente.
-Creo que me ha pesado el jugar poco en el último tramo del año pasado porque físicamente pienso que no estaba listo para competir. He estado trabajando duro durante todo este tiempo, necesitaba coger confianza. Porque no es lo mismo jugar todas las semanas y tener la confianza del entrenador que jugar en un partido 15 minutos cada mes.
-Tiene que apretar en una competencia con dos internacionales como Bacca y Gameiro...
-Es una motivación extra para mí y también para Carlos y para Kevin. Todo lo bueno que salga de nuestra competencia va a ser bueno para el club. Yo ya dije en pretemporada que tenemos muy buena plantilla, dos, tres jugadores en algún puesto específico... Se ha hecho un buen trabajo y está dando sus frutos tanto en la Liga como en la Europa League.
-En los ratos que ha jugado, tanto en pretemporada como ahora, se le nota que le gusta el fútbol. Sus movimientos y desmarques generan muchos espacios a sus compañeros de segunda línea. ¿Es plasmar eso que ve y que tanto le gusta?
-Sí, eso lo he trabajado mucho en el Celta, hacíamos un fútbol asociativo y yo antes no era delantero, delantero, sino que jugaba más como segundo punta, como diez. Aunque, bueno, en el Celta los dos útimos años jugué más de delantero centro para crear espacios y que mis compañeros llegaran en segunda línea.
-Algo que en un fútbol como el de hoy donde todo se estudia con vídeos y la última tecnología, se antoja fundamental. Creación de espacios y aparecer en zonas distintas del campo deben ser el abecedario de un atacante.
-Es muy importante. El fútbol ha evolucionado en los últimos 10 ó 15 años de una forma brutal. Ahora ya casi todo el mundo sabe cómo juega cada futbolista y tiene que salir el ingenio de cada uno. Es cierto que yo intento sobre todo dar muchas opciones de pase a mis compañeros, hacer situaciones de dos contra uno… Por eso voy a apoyar, o con un delantero que juega más arriba a mí me gusta entrar más en contacto con el balón. Son situaciones diferentes a lo mejor a las que pueda aportar otro compañero.
-El Sevilla es ideal para ese fútbol con jugadores que ya había, como Reyes, y los que han venido, como Denis, Deulofeu…
-Yo pienso que sí. Además de todo eso que dice hay que resaltar el buen grupo que hay. Cuando iba a venir aquí sabía que venía a un club grande pero diferente a lo que había visto en Inglaterra el último año, pero cuando he llegado todos me han abierto los brazos para que esté a gusto y como uno más. Eso también se nota en el campo.
-La temporada pasada Emery también jugó con dos delanteros y con Iago hay más variantes al poder jugar más retrasado.
-Sí, yo pienso que podemos jugar también con dos arriba. En el Celta jugaba con Mario Bermejo, que es un delantero más estático, y en el Liverpool jugaba con Sturridge y jugaba por detrás de él.
-El gol de Rijeka le habrá dado confianza. Es importante es hacer buenos movimientos y trabajo para el equipo, pero el delantero se mide en números.
-Eso está claro, en un delantero lo que importan son los números, no es una cosa que me moleste, pero sí es cierto que sí he metido más goles en Segunda División porque jugábamos mucho al espacio y soy un futbolista que ataco bien el espacio, pero he creado muchas situaciones para que metieran mis compañeros. Mientras el equipo gane y esté arriba y todo vaya de corrido será más fácil también.
-Colectivamente, todo va rodado. ¿Cree que puede ser un gran año para que la afición disfrute, se logren los objetivos e incluso se superen?
-Hombre, superarlos es difícil porque cada año es más duro y con el reparto televisivo hay muchas diferencias entre el primero, el segundo y el resto. Quizá el Atlético subió un peldaño, pero aún pienso que está lejos de Madrid y Barça. Nosotros intentaremos luchar para mejorar los objetivos siempre diciendo que está muy difícil. El año pasado este equipo consiguió un título en Europa y quedó quinto en la Liga y yo creo que por presupuesto es el objetivo que le toca al Sevilla.
-Se ha partido la Liga y el Sevilla ha tenido la suerte, o la buena gestión, de enganchar con ese grupito que está detrás de los grandes.
-Está claro, nuestro objetivo es entrar en Europa. Podíamos pensar en esa cuarta plaza que está difícil, pero quién iba a decir el año pasado que el Atlético ganaría la Liga. Estaremos peleando con el Villarreal, con la Real Sociedad que no ha empezado bien, con el Bilbao, el Valencia, un poco con el Celta, que está dando la sorpresa este año... Son equipos que al final a lo mejor notan los kilómetros que están haciendo ahora.
-Es un año para divertirse, ¿hay alegría en el campo con jugadores como Denis, Deulofeu...?
-Ellos son jugadores, tanto Gerard como Denis, que ya conocía y como personas también. Con Denis he entrenado muchas veces cuando él era juvenil del primer año o cadete antes de marchar para Inglaterra y yo estaba en el primer equipo de Celta. Él venía a entrenar muchas veces con nosotros. El Celta por las circuntancias que tenía lo vendió y mira lo bien que le ha venido a Denis. A Deulofeu ya lo conocía del año pasado, allí en Liverpool los choques ante el Everton son como un Sevilla-Betis. Lo he seguido bastante, he tenido contacto y he salido a cenar con él muchas veces, pues teníamos amigos en común.
-Son futbolistas que enganchan mucho a la afición.
-Sí, claro, son futbolistas muy buenos, no nos vamos a engañar. También jóvenes y con mucha ilusión por dejarse todo en el campo cada día. Es una premisa de todos los compañeros.
-¿Le gusta Sevilla y le agrada la idea de quedarse muchos años?
-Ya lo dije en la presentación. Mi idea era quedarme si se cumple esa opción de compra que tiene el club, poder quedarme esos cuatro años, pero sabíamos que los inicios no iban a ser fáciles.
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