Ni el más optimistas de los optimistas en Bilbao podía esperar que el Iurbentia, nuevo patrocinador del Bilbao Basket -estrena espónsor y va de negro, igualito que el Cajasol-, iba a estar cuarto clasificado, a jugar la Copa del Rey y a pelear por un puesto en la final, y con la salvación resuelta con 13 partidos por delante. Hace un año era decimoquinto con 8 triunfos y 13 derrotas; hoy, el rival sabatino del Cajasol, acumula 15 victorias y sólo 6 tropiezos.

Uno de los principales culpables de la hombrada vizcaína es Marcelinho Huertas, que se buscó la vida tras tres años en Badalona y fue a dar a La Casilla, donde ejerce su liderazgo y donde ha mejorado considerablemente su rendimiento respecto a la Penya, aun teniendo a Javi Salgado compitiendo por el mismo puesto. Sus promedios son demoledores: 14 puntos y otros tantos de valoración en 26 minutos. Durante la fase regular en el Joventut, su mejor curso fue el 05-06, con 7 puntos anotados y valorados por choque.

Llegará a San Pablo para verse las caras con un viejo conocido: "A Bennett le llamamos el Maestro. El Cajasol hizo un gran fichaje, desde que ha llegado va a más el equipo y, a pesar de haber perdido en la última jornada, ha jugado buenos partidos y ganado a equipos difíciles. Va a ser distinto jugar contra él después de haber estado con él dos años seguidos. Será algo especial y espero que sea un partido en el que podamos reencontrarnos, pero que la victoria sea para nuestro equipo", comentó ayer en una entrevista para en la web del Bilbao Basket el propio Marcelinho Huertas.

El base brasileño no se explica muy bien la situación de su próximo oponente: "No parece real la situación del Cajasol; ahora se juegan la vida en cada partido, están peleando en puestos para no entrar en descenso y encima vienen de perder en casa otra vez, lo que nos complica un poco más nuestra visita".