Marc Márquez (Honda) está señalado a convertirse en el animador del Mundial de MotoGP, el intruso en la pelea por el título mundial en el trío de aspirantes en la temporada que este fin de semana comienza en el circuito qatarí de Losail.

Jorge Lorenzo (Yamaha), vigente campeón de la categoría, Dani Pedrosa (Repsol), y al italiano Valentino Rossi, que regresa a Yamaha, son los tres pilotos que por aptitudes y prestaciones debe ser protagonistas, si bien la insolencia, juventud, ambición y calidad de Márquez, campeón del mundo de 125cc en 2010 y de Moto2 en 2012, son condicionantes suficientes como para que desde la primera carrera esté en la pelea por la victoria y el podio.

Tanto el piloto como su valedor, el ex campeón del mundo de 125cc (1999) Emilio Alzamora, quitan presión a la situación anunciando que no se ven en la pelea a las primeras de cambios.

Pero hay un detalle que a nadie se le escapa y que se produjo en los entrenamientos que realizaron en exclusiva los pilotos oficiales de Honda y Yamaha en el circuito estadounidense de Austin (Texas). Nadie de la categoría de MotoGP había rodado en Austin y, partiendo de la misma base, con los mismos conocimientos y referencias del trazado, el más rápido fue el joven ilerdense. Márquez tendrá un complicado compañero de equipo, Pedrosa, que cuenta ya con la experiencia acumulada en todos estos años, una progresión que la temporada pasada puso contra las cuerdas al que luego fue campeón, Jorge Lorenzo, y una moto que se ha mostrado como la más efectiva y eficaz de cuantas se encuentran en la formación de salida de MotoGP.