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Ni Mel, ni Garrido, ni...

  • El Betis continúa sin gol, sin ser fiable atrás y tampoco tiene fortuna

Al Betis actual da igual la persona que lo dirija desde el banquillo porque el problema no era el entrenador. La prueba es que ya no está Pepe Mel y con Garrido no ha cambiado nada. El efecto Garrido se ha esfumado, con sólo una victoria, ante un equipo de Segunda B (Lleida), en cinco partidos, pero con Guardiola, Kloop o Mourinho nada cambiaría, pues los defectos del equipo siguen siendo los mismos, y los resultados, también.

Además, hasta el manual del actual entrenador es igual que el de Mel. Otros días probó con un 4-4-2 asimétrico y ayer ante el Almería por el 4-2-4, por lo que el equipo acabó partido, en muchos momentos, y en el empuje no encontró la recompensa del gol, unas veces por fallos propios y, en otras, por la mala fortuna. Ni eso, tiene ya este Betis que no le gana a nadie.

El 4-1-4-1 que puso en liza Francisco, que, sancionado, no pudo sentarse en el banquillo, le dio resultado a un Almería que aprovechó su superioridad numérica en la medular para, incluso, perdonar el 0-2 en dos ocasiones con el Betis volcado en la segunda parte, y un Esteban sensacional para llevarse los tres puntos de Heliópolis. ¿La mano de Garrido? Por ningún lado.

El ideario del técnico valenciano no aparece y a buen seguro se habrá dado cuenta de los mimbres que tiene y del trabajo que ha de realizar, en cuanto a fichajes y salidas, si quiere que su equipo tire hacia arriba.

Defensa

El hecho de jugar con sólo dos jugadores en el centro del campo, Lolo Reyes y Matilla, provocó que la defensa sufriera con la movilidad de Azeez, Verza y, sobre todo, de Aleix Vidal. Además, la debilidad empieza desde la portería, pues Sara -cómo verá Garrido a Andersen - no termina de transmitir seguridad ni confianza.

Los laterales tampoco aportan ni atrás ni en ataque, y Paulao y Jordi, aseados, acaban contagiados de la desconfianza, en líneas generales, que transmite un equipo que, una vez más, volvió a encajar otro gol nada más comenzar el partido.

Ataque

La mejor noticia fue Vadillo, que no pudo acabar el choque por lesión. Se echó la responsabilidad del equipo a la espalda y cuando recibe la pelota desborda cada vez que lo intenta. Juan Carlos también lo intentó, incluso estrelló un disparo en el travesaño, pero sus centros no encontraron nunca un rematador.

Molina y Rubén Castro volvieron a entenderse, pero siguen negados ante el gol. Y no será por el hecho de que no lo intentaron, pero una veces por desacierto y otras por Esteban fueron incapaces de batir al cancerbero.

Virtudes

El Betis dio la cara y lo intentó siempre. Máxima actitud.

Talón de aquiles

Falta de aptitud. La falta de calidad en el campo sigue siendo evidente en todas las líneas de un equipo con enormes carencias.

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