Miki Roqué, ante su partido más decisivo

El central desvela que sufre un tumor maligno en la pelvis, que requiere operación, y se retira temporalmente del fútbol.

Miki Roqué, ante su partido más decisivo
Miki Roqué, ante su partido más decisivo
Samuel Silva

05 de marzo 2011 - 13:08

Los semblantes de los presentes en la sala de prensa del estadio Benito Villamarín hacían presagiar una mala noticia, pero aun así el impacto fue brutal, a pesar de la entereza de su protagonista. Miki Roqué, un joven deportista de 22 años, comparecía al filo del mediodía junto al presidente, Rafael Gordillo, el entrenador, Pepe Mel, y el jefe de los servicios médicos, Tomás Calero, para desvelar que sufre un tumor maligno en la pelvis que requiere una operación inmediata y que lo retirará temporalmente del fútbol, aunque su vida, lo más importante en este momento, no corre peligro. El ilerdense no pudo contener las lágrimas, con la plantilla al completo acompañándolo en la misma sala de prensa.

"Me dijeron ayer que me han encontrado un tumor en la clavícula -confundido ante los nervios del momento- y me lo tienen que quitar. Los médicos han sido bastante optimistas, porque me dijeron que es de grado 1-2 y no van a tener problemas para quitármelo. Para mí se ha terminado la temporada", manifestó el central catalán, justo antes de que unas lágrimas cayeran por su rostro, pese a que ha aceptado con firmeza el diagnóstico de los médicos. "Quiero destacar una par de cosas, tanto la entereza del jugador al comunicarle todo como las ganas y la ilusión que demostró desde que se lo dijimos para salir adelante cuanto antes, por lo que nos infundió esas mismas ganas a nosotros para poder recuperarlo. Tiene un tumor maligno en la pelvis, pero todos tenemos confianza en que quirúrgicamente pueda ser limpiable y la recuperación pueda ser posible lo antes posible. Cuando vayamos teniendo novedades sobre su situación, se irán dando a conocer", señaló el doctor Calero.

El presidente, Rafael Gordillo, por su parte, remarcó la entereza del jugador, a la vez que señaló que el club se pone a disposición de cualquier aspecto que necesite durante su recuperación. "Deciros lo que Miki me comentaba ahora, aunque lo veis llorar, es por la emoción, por el apoyo que todo el mundo le ha demostrado desde ayer, pero está muy fuerte y me ha demostrado una entereza muy grande. El Real Betis se ha puesto a su disposición para todo lo que necesite tanto él como su familia. Lo único que me queda por decir es desearte mucha suerte, Miki", afirmó un emocionado Gordillo mirando al jugador.

Miki Roqué venía sufriendo problemas en la espalda desde comienzos de temporada y se apuntó a unas descompensaciones como motivo de la dolencia. La persistencia de las mismas provocó que el cuerpo médico siguiera realizándole pruebas, ante la sospecha de que el problema fuera mayor del esperado. De hecho, desde hace 15 días, Tomás Calero ya tenía el temor de que el problema de Miki Roqué tuviera alguna relación con el finalmente diagnosticado y que el galeno bético conoció el mismo jueves por la mañana en Ponferrada, aunque no se lo comunicó a nadie. Calero, que llegó ayer a Sevilla junto al resto de la expedición, informó de inmediato al jugador, al mismo tiempo que al entrenador y a los dirigentes del club.

Miki Roqué se marchó ayer de Sevilla para estar con su familia, antes de que en los próximos días, tras las pertinentes consultas médicas, se decida el tratamiento a seguir para su recuperación. Su vida no corre peligro y su ilusión es volver a vestirse de corto.

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