Negredo ya se ha puesto en manos del cuerpo médico del Sevilla después de regresar el miércoles de la concentración de la selección absoluta. Los médicos federativos y los del club consensuaron que las imágenes que se apreciaban en las distintas pruebas a las que se ha sometido no descartaban una recaída en la lesión de isquiotibiales del muslo izquierdo y por ello el delantero va a tener un tratamiento conservador. Desde ayer mismo, el madrileño se puso en manos de los fisioterapeutas y no tiene una fecha fija para el alta médica.

El servicio médico del Sevilla le realizó ayer una nueva prueba de imagen tras la resonancia magnética a la que se sometió el miércoles en Madrid. Y el diagnóstico fue ratificado: el edema que tenía en el miofascial del semitendinoso de los isquiotibiales, en el muslo izquierdo, no ha curado bien. Por ello, la semana próxima, después de varios días con tratamiento específico de fisioterapia, se someterá a otra prueba de imagen. Los médicos no le darán el alta hasta que esta prueba descarte de forma tajante que queda algún resquicio de lesión en el músculo. Dependiendo del resultado de ésta podrá incorporarse al grupo y estar disponible para jugar el domingo siguiente ante el Sporting o tendrá que seguir siendo tratado aparte.

El futbolista en ningún momento se ha quejado de dolor ni de molestias, lo que le permitió jugar un rato en el Vicente Calderón. "Ya no tengo molestias. Me encuentro perfecto", aseguró al llegar a Madrid el miércoles. Sin embargo, los médicos de la Federación optaron por realizarle una nueva prueba de imagen en la madrileña clínica Cemtro, dado que sus colegas del Sevilla ya les habían puesto sobreaviso respecto de la lesión que arrastraba y que provocó que fuera duda hasta última hora para jugar en el Calderón. La voluntad del futbolista y que no haya evidenciado molestia alguna han podido jugar en contra de su curación.