Los chicos festejaban por todo lo alto el billete para el play off después de una temporada soberbia y un final de película con el mate de Landry ante el Joventut: "Ha sido perfecto para que la gente se enganche y venga a los cuartos de final", decía un integrante del equipo tras el triunfo sabatino.

La plantilla irradia felicidad, como no podía ser de otra forma, aunque tampoco es conformista y ya que está en la fase por el título quiere dar guerra... "Ha sido increíble. He vivido uno de los mejores momentos con el Cajasol y la alegría ha sido tremenda. Vamos a disfrutar el momento. Aíto nos ha dicho que éste es el primer paso y hay que seguir trabajando y mejorando. No tengo preferencias para el play off, queremos competir con cualquiera", apunta Satoransky, quien admite que ante la Penya "no ha sido mi mejor partido en anotación. A veces pasa, pero cuando he visto que no tenía un buen día quería aportar en pelea, robos, defensa. No me sentía cómodo, aunque también encontramos a Bamforth y al final Landry también metió puntos importantes".

El checo asegura que el plantel no estaba atenazado en el vestuario antes del vital duelo: "No he visto que la gente tuviera miedo. Es cierto que estos partidos no nos venían bien cuando éramos favoritos. Empezamos bien, nos hundimos un poco luego, pero estoy muy orgulloso de mis compañeros, encontramos la fuerza para remontar. Sólo hay que acordarse del año pasado cuando nos hundíamos y el equipo no reaccionaba. Se ve que este equipo tiene corazón. Estoy contento".

Marcos Mata narra cómo vivieron los chavales la inmensa alegría. "Se vivió a full (a tope). Los chicos estaban muy contentos, disfrutando el momento y sabiendo que hemos logrado algo muy difícil como es estar entre los ocho mejores en una competición tan importante. Hay que disfrutarlo, pero saber que queda la parte dura, un partido más y después el cruce. Tenemos que seguir con la cabeza dura y haciendo lo mismo: trabajar fuerte".

El argentino hace un pequeño resumen... "Al principio se esperaba una cosa del equipo y la realidad superó las expectativas; el balance es muy bueno, conseguir que el club después del año pasado, que no fue bueno, se haya clasificado para el play off, con una plantilla tan joven. Hay que disfrutarlo. No creo que la tensión haya pesado. Yo erré, pero no por nervios, sino porque no entraban los tiros. Los chicos hicieron todos un trabajo espectacular. El Joventut es duro y sabíamos que no sería fácil".

Con un bote repleto de caracoles, cortesía de un aficionado, salía del pabellón Willy Hernangómez, integrado totalmente en la vida sevillana: "Los probé en Triana el otro día y me gustaron mucho. Los caracoles, el salmorejo, hay muchos motivos para seguir aquí un año más", bromea el pívot antes de aseverar que "el play off es una recompensa al trabajo de todo el año; ahora queremos más, claro. Estoy muy contento. Personalmente, es una satisfacción jugar a las órdenes de Aíto y entrenar duro por las mañanas con Ocampo. Esa labor intento plasmarla luego en la pista. Estoy feliz por la oportunidad que me han dado. Savane nos ha demostrado algunos truquillos de pívot veterano y eso nos viene muy bien a los jóvenes para aprender".