Poyet entra en acción

El uruguayo se muestra comedido pero ambicioso en su puesta de largo como técnico verdiblanco. "Es fundamental que pensemos en el Betis, el resto nos importa poco", dice.

Poyet entra en acción
Poyet entra en acción
Samuel Silva

Sevilla, 11 de mayo 2016 - 13:29

Era el día de Gustavo Poyet, su puesta en escena como entrenador del Betis. Y el uruguayo, con un brillo en la mirada que desprendía lo especial de su nuevo reto, se mostró comedido, sin pisar ningún jardín, pero sí mostró esa ambición que el club ha pretendido demostrar con la apuesta por su contratación.

"Es fundamental que pensemos en nosotros, somos el Real Betis y el resto importa poco. Cuando nos pasamos el tiempo pensando en el resto y en otros lados, perdemos energía en cosas innecesarias que no tienen sentido", expuso Poyet como primera línea maestra, a la vez que luego analizó qué Betis pretende sobre el terreno de juego: "Quiero un equipo que respete mucho el balón y dé control a los partidos, pero que tenga un carácter especial en el campo. Ese carácter viene de la mano del entrenador. Cuanto más tengamos el balón más nos vamos a divertir, pero hay momentos en los que sufriremos y tengamos que demostrar que el carácter tiene que ir de la mano con el otro trabajo".

Incluso Poyet aceptó la comparación con un entrenador de moda como Diego Simeone, aunque añadió sus matices. "Nos gusta el fútbol de una manera diferente, pero hay algunas similitudes en el tema del carácter cuando jugamos con el campo y eso lo lleva uno a la parte del entrenador para transmitirle ciertas cosas al jugador. Nos han comparado en muchas ocasiones", expuso el nuevo entrenador verdiblanco, que puso el objetivo en el mismo sitio que la entidad: "Ha quedado claro en anteriores comparecencias lo del tirón de orejas si no terminamos entre los 10 primeros. Tenemos que empezar a pensar en mirar hacia arriba y llegar lo más alto posible, tener una identidad y un equipo al que se le puedan ir añadiendo cosas para ir mejorando. No tenemos que mirar hacia atrás, a lo que pudo haber pasado o no. Ahora es momento de planificar, empezar a trabajar y demostrar mucho, no tanto en las comparecencias de prensa sino en el campo".

Y es que Poyet se mostró conocedor de la realidad del Betis, con esos años grises que han provocado cierto distanciamiento entre la afición y el equipo: "A veces trato de pedir un poco a la gente porque a todos nos gusta pedir, pero ahora se merece que le demos mucho. La gente está esperando a ver un equipo competitivo, que se identifique con la afición y que nos represente a todos en el campo, especialmente a mí. A partir de ahora viene la parte más dura, ésta es la fácil, la dura es la de trabajar y conseguir las cosas, darle forma en la cancha. Es un placer estar acá, me dejaré todo. Es mi carácter, mi forma de ser. A partir de ahí cuentan los hechos, hablar un poco menos y demostrar con trabajo. Nadie tendrá más ganas de ganar que yo".

No quiso detenerse demasiado en nombres propios el charrúa, aunque algunos como Rubén Castro o Joaquín fueron una excepción. "Mi idea era no hablar mucho de individualidades. Afortunadamente, Rubén estuvo fantástico este año y nos dio la posibilidad de estar un año más en Primera División. Con Joaquín y el Betis siempre se vio una relación especial desde fuera. No voy a cambiar en nada lo que repetí antes, no quiero entrar en individualidades por más que Joaquín sea Joaquín y lo merezca más que el resto por su historia. Ya hablaremos con él", afirmó Poyet, que también mostró su agradecimiento a Merino.

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