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Quinto, ¿su lugar natural?

  • Las derrotas del Camp Nou, el Calderón y San Mamés dejan dudas sobre si el Sevilla puede luchar con los grandes. Tras solidificar al equipo de inicio, Emery debe dar el siguiente paso.

La dura goleada en el Camp Nou, unida a las también frustrantes derrotas en el Vicente Calderón y San Mamés, ha impregnado en el aire que rodea al Sevilla la duda sobre el verdadero potencial del equipo. El conjunto de Unai Emery atraviesa la primera depresión de una temporada que comenzó con un gran arranque, hasta alcanzar el hito de ser el mejor de la historia del club hasta la jornada 9. Y quizá eso deparó unas expectativas demasiado elevadas y ficticias a las que eran reacios desde el club. A tal punto llegó esa visión exagerada del inicio del Sevilla que incluso fue presentado desde tribunas interesadas en derrumbar el mito de una Liga desigual como un aspirante al campeonato. Emery casi se come a un periodista cuando se lo insinuó.

La cruda realidad llegó de la forma más evidente en el Camp Nou. No obstante, el Sevilla, tras recibir cinco goles y pese a llevar tres jornadas seguidas sin ganar, continúa asentado en la quinta posición del campeonato. Y la pregunta se hace evidente: ¿Es ésa su posición natural en el torneo español, el quinto puesto, el que más ocupó en este siglo? El Sevilla fue quinto en 05-06, 07-08, 10-11 y 13-14...

El club de Nervión, con 34.000 socios, es el quinto en número de abonados tras Barcelona, Real Madrid, Atlético y Athletic. Es el sexto en asistencia media de espectadores, pues en este aspecto lo supera el Valencia (41.000 frente a 32.000). Es el quinto o sexto en presupuesto, aspecto en el que es claramente superado por los tres grandes colosos, por el Valencia y está igualado con el Athletic. En Mestalla presentaron el pasado jueves en su Junta de Accionistas un presupuesto de 75 millones de euros, tras una reducción de 10 millones respecto al curso anterior, por no estar en competición europea. En San Mamés, la Asamblea General de Socios aprobó un presupuesto de 73,5 millones, con unos ingresos previstos de 89,5 al término del presente ejercicio económico. Y en la próxima Junta de Accionistas del Sevilla está previsto que haya una reducción del presupuesto respecto al curso anterior, para que quede lindando los 70 millones.

Con el ascenso de José Castro a la presidencia y el regreso de José María Cruz, la consigna en Nervión es no volver a acumular deudas como las que arrastró la tesorería en la campaña 12-13, al término de la cual José María del Nido tuvo que traspasar a Jesús Navas para ajustar el presupuesto de ese curso y a Negredo para afrontar con garantías el siguiente ejercicio. Meses antes, el ex presidente tuvo que pactar con la plantilla el aplazamiento de los pagos mensuales prorrateados de una parte de la ficha ante la deuda arrastrada desde la etapa más gloriosa del club, que dejó una plantilla muy bien pagada pese a que desde 2010 ya no rendía como antes por el inapelable paso del tiempo, y que estuvo dos años sin competir en Europa y con menos ingresos.

Con una nueva revolución en la plantilla tras las salidas forzadas de Rakitic, que se negó a renovar, y Fazio, que pagó su cláusula de rescisión, Monchi reforzó el equipo con once fichajes. Y el presidente pidió luchar en las tres competiciones y estar en Europa de nuevo. La palabra Champions ha sido casi tabú en el vestuario durante las vacas gordas, al ser consciente de que el equipo estaba rindiendo por encima de sus posibilidades reales.

Aun así, este Sevilla que ganó un título hace seis meses debe exigirse a sí mismo competir frente a los que lo superan en socios y presupuestos. Quizá al equipo, tras la etapa inicial de acoplamiento lógico sobre la solidez, le falte ya dar ese otro paso adelante. Emery está obligado a exprimir el talento que tiene una plantilla que sigue siendo versátil y profunda, pese a sus carencias, sobre todo en el eje del sistema defensivo y en la creación de juego. Tras haber solidificado al equipo, ahora cabe pedirle que le suelte las riendas y acabe con ciertos encorsetamientos tácticos. Pero la pregunta sigue ahí. ¿Es el quinto el puesto natural del Sevilla?

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