Cajasol - Joventut · la crónica

Respira, que no es poco (87-80)

  • El Cajasol gana en un apretado final un partido con muchos altibajos y coge aire en su lucha por la salvación justo antes de medirse a un rival directo como el Lagun Aro.

Un minuto da para mucho. Para perder y para ganar. Para que el miedo y los nervios atenacen las manos y las piernas, pero también para destapar el carácter. Sastre, que no firmó su mejor actuación, personificó en los últimos 60 segundos de partido ante el FIATC Joventut el espíritu luchador de todo el Cajasol con un triple salvador, un robo que hizo saltar de explosión a su banquillo y una canasta que permitió a San Pablo resoplar de alivio tras 39 minutos de tensión que acabaron con un triunfo más que necesario. El equipo volvió a encontrarse, al menos por momentos, a sí mismo y con una victoria que le permite viajar ahora a San Sebastián con algo más de tranquilidad. Aunque todavía no la suficiente. 

El Cajasol respondió bien a esa tensión de inicio. Salió muy metido en el encuentro como hacía tiempo no se veía. Concentración, defensas agresivas y buenas selecciones de tiro. No en vano, Bogdanovic calentó pronto la muñeca desde el perímetro con dos triples seguidos, completamente solo (como si el rival no lo conociese). Atrás, sin embargo, el gigantón bosnio Kuzmic (2,15 metros) se aliaba con Oliver para anotar seis de los ocho primeros puntos verdinegros (12-8), completando su buen arranque con un gorro a Triguero que lo mandó directamente al banquillo. 

El criticado Mensah-Bonsu cogió el testigo de Bogdanovic y de su mano, y de la zona puesta por Aíto, el cuadro sevillano dio un pequeño tirón al final del primer cuarto. El inglés pareció haber templado sus nervios respecto a los partidos anteriores. Más tranquilo, más participativo, más compañero. De primeras se las vio con el joven canterano Álex Suárez (19 años), aún con acné juvenil, para anotar ante él. Después birló un balón a Fisher y lo cedió generosamente para que Blakney anotase poniendo a los locales siete arriba (22-15) al final del acto. 

Pero si el Cajasol está mirando abajo es por su escasa regularidad. Lo que viene pronto, se va pronto. Poco a poco fue perdiendo frescura, al tiempo que los de Salva Maldonado maduraban el choque de la mano de un Oliver que, aun con sus 34 años a la espalda, maneja los partidos a la perfección. Bogdanovic llevó la máxima renta hasta los nueve puntos (27-18) con otro triple (3/3), pero de pronto alguien debió achicar el aro visitante. O al menos eso pensarían en el banquillo hispalense viendo la cantidad de lanzamientos fáciles errados bajo canasta, palmeos que rodeaban todo el aro y los tiros libres que no sumaban. Hasta cuatro consecutivos fallaron entre Holland y Mensah-Bonsu tras la antideportiva cometida por Fisher. De lo que podría haber sido un 31-20 se pasó en un suspiro al 24-20. Otra vez tocaba remar, pero la confianza al ver al rival yendo de menos a más decrecía. La sociedad que forman en el Joventut el base y el pívot balcánico se encargó de llenar de nuevos de dudas al Cajasol camino de los vestuarios, pues el 38-44 no dejaba sereno a nadie. 

Oliver, que superó a Satoransky casi siempre, encendió las alarmas con un triple a vueltas de los vestuarios, pero Bogdanovic y Sastre contestaron de inmediato con el mismo arma, ayer la mejor del Cajasol, que seguía fallando canastas fáciles y sin aprovechar su superioridad en el rebote ofensivo. Con el base catalán al mando de las operaciones, el Joventut abrió una pequeña brecha mediado el cuarto que dejó sin uñas a más de un aficionado en la grada, pero la entrada de Blakney palió los problemas del checo, que ofreció sus mejores minutos como escolta. La polivalencia y la capacidad física de Satoransky hacen que Aíto los ponga, cada vez más, juntos en la pista. El Cajasol, que se vio de nuevo ocho puntos abajo (46-54) volvió a reaccionar. Tiene carácter este equipo. También Sastre, que con tres recuperaciones en este acto dio vida a los suyos. 

Con 57-63 en contra encaró el conjunto local los últimos 10 minutos. Pero los de Aíto, al contrario de otros días, sí creían ayer y con un 11-0 (del 60-66 al 71-66) y seis ataques errados por la Penya con malas selecciones de tiro por la buena defensa local le dieron la vuelta al choque. Ya no volverían a perder la delantera, a pesar de la insistencia de Oliver y Fisher, casi los únicos visitantes que creían en la victoria. Con todo, no respiró el Cajasol y la afición, que ayer apretó de lo lindo, hasta el último minuto, pues el dos más uno de Oliver apretó las cosas (78-76). Entonces apareció Sastre para, con un triple, un robo y otra canasta, sentenciar el duelo. San Pablo resopló de alivio por la batalla ganada. Pero la guerra sigue.

Ficha técnica:

87 - Cajasol (22+16+19+30): Satoransky (12), Tepic (8), Sastre (12), Bogdanovic (20, Triguero (4) -cinco inicial-, Asbury (4), Balvin (2), Blakney (21), Holland (-) y Mensah-Bonsu (4).

80 - Fiatc Joventut (15+29+19+17): Oliver (28), Quezada (5), Tomás (4), Trías (4), Kuzmic (16) -cinco inicial-, Llovet (7), Fisher (11), Barrera (2), Suárez (-) y Ehambe (3).

Árbitros: Redondo, Araña y Sánchez. Eliminaron por faltas personales al visitante Fisher (m.40).

Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo ante 3.800 espectadores.

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