Sueños esféricos
Juan Antonio Solís
La final parisina Alcaraz-Sinner, el suceso deportivo del año
El Betis va a apostar por una política austera. Más allá de que Manuel Ruiz de Lopera diga estar ya fuera de la entidad tras cederle los trastos a Luis Oliver, la situación económica del club es caótica y los ingresos que se prevén esta temporada por televisión y abonos apenas darán para sobrevivir una temporada más en Segunda División.
Evidentemente, la política ya estaba trazada con anterioridad a los movimientos accionariales y ésta pasaba por reducir la ficha de algunos futbolistas, obligar a más de uno a buscarse otro equipo y dejar el Betis y a traspasar a los escasos activos que le quedan en la plantilla, si acaso Emana y Sergio García, por los que el club no ha recibido ofertas.
Pero hay una diferencia entre Lopera y Oliver. Aquél no iba a regatear en la cuestión del entrenador y, de hecho, le ofreció a Víctor Fernández un contrato a la altura de su valía y de lo que cobra el grueso de los futbolistas. Incluso, el maño aceptó las condiciones económicas y lo firmó, ya que vio cumplidas algunas de sus exigencias deportivas.
Empero, Oliver, tras reunirse con él, le ofreció casi cuatro veces menos y Víctor Fernández dejó a su abogado en Madrid negociando y reanudó sus vacaciones en Sanjenjo. Le ofrecían al maño, premios por objetivos al margen, unos 200.000 euros anuales, aunque a Pepe Mel, hoy el primer candidato al banquillo por delante de José Luis Oltra, apenas le dan 150.000 euros.
Sin embargo, esta política económica austera contrasta con la indemnización por despido que ha tenido que soportar el Betis en la persona de Iván Larriba, quien fuera hasta hace días su director de comunicación. Según una fuente del club heliopolitano que prefiere permanecer en el anonimato, éste cobrará la cantidad de 100.000 euros por verse obligado a abandonar el Betis.
El motivo sería que Lopera, hace ya más de un año y en previsión de que su futuro en el Betis podría estar cerca, blindó a algunos de sus empleados más fieles, entre ellos el citado Larriba, con un contrato de alta dirección y una cláusula elevada en caso de despido. Según la misma fuente, el gerente de la entidad, José Antonio González Flores, y el director deportivo, Manuel Momparlet, habrían firmado un contrato similar, aunque, a día de hoy, ambos siguen trabajando en la entidad, si bien se especula en algunos foros que el futuro del segundo, sobre todo, es incierto.
También te puede interesar
Lo último