Vagner Love: un sueño

Las prioridades para el mercado de invierno han sufrido un ligero cambio en el Betis. Si antes de lesionarse Edu e incluso de conocer el alcance de las dolencias de éste, Paco Chaparro centraba sus objetivos en firmar a un defensa central, una vez sabido que el brasileño al menos no reaparecerá hasta marzo la contratación de un delantero se ha situado en el número uno de las preferencias del trianero y de la propia secretaría técnica heliopolitana.

El candidato número uno tiene nombre y apellidos, Vagner Love, aunque ya sólo el abordaje del fichaje del atacante internacional brasileño está resultando excesivamente complicado para el Betis. Dos son los inconvenientes principales, el precio del futbolista, que podría situarse entre los 12 y los 14 millones de euros, y el interés de reputados equipos ingleses como el Everton, el Chelsea y, principalmente, el Tottenham, que ya en octubre hizo una ofensiva por el jugador.

Tal fue el revuelo que se armó ante los rumores de que Vagner Love, máximo goleador de la liga rusa con el CSKA Moscú (21 goles a la fecha), podría salir que el propio futbolista, que lleva cuatro años allí y siempre se muestra predispuesto a salir, tuvo que decir que se sentía "feliz" en su equipo. "Yo quiero seguir y cumpliré mi contrato con este equipo", añadió. Empero, hace dos días, el propio club moscovita mostró su predisposición a traspasar una vez acabe este invierno la liga al goleador, que tiene contrato en vigor hasta el 31 de diciembre de 2011. Incluso, el CSKA ya se ha asegurado los servicios del prometedor ariete checo de 19 años Tomas Necid, de 1,90 metros de estatura del Slavia Praga, auténtica sensación de la Gambrinus League de su país.

Vagner Love, nacido el 11 de junio de 1984, mide 1,71 y destaca principalmente por su velocidad, cualidad que busca desesperadamente Chaparro en los delanteros que pretende, de ahí el fichaje este verano de Sergio García o su predilección por el francés Jimmy Briand. El goleador del CSKA, casi una treintena de veces internacional por Brasil, firmó en 2004 procedente del Palmeiras por 8 millones de euros.

Amén, por tanto, de su elevado precio y del reseñado interés de equipos punteros, a los que podría unirse el Real Madrid e incluso el Zenit si traspasase a Arshavin, Chaparro y la secretaría técnica bética, que ya ha establecido los primeros contactos con el entorno de Vagner Love, se ha encontrado con el hándicap de que Manuel Ruiz de Lopera considera que ya ha realizado un esfuerzo económico sustancial el pasado verano y se niega a contratación invernal alguna.

Sin embargo, los técnicos andan en la tarea de convencerlo de que el fichaje del brasileño o de otro delantero de garantías no significaría sino el primero de cara a la temporada venidera, ya que Chaparro, nuevamente, se negaría a parchear la posición con un atacante menor. En ese caso, se apañaría con los atacantes que ya tiene y con Diego Segura, que el miércoles debutó en la Copa del Rey. Aun así, los técnicos béticos, todos, piensan que Vagner Love significaría un salto de calidad importante que permitiría además al Betis aspirar a logros importantes en las dos competiciones que disputa.

Y como la política trazada por Chaparro es la de no firmar medianías podría darse el caso de que no llegase un delantero en invierno porque la tesorería no lo permitiese y, sin embargo, sí un defensa central, la segunda prioridad. En este caso, amén del interés por el rumano Goian, ya adelantado por este diario, hay una lista con varios futbolistas cuyo precio oscilaría en torno a los 4 millones de euros.