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Varsovia es su Eindhoven

  • Marcos Álvarez, ex preparador de Sevilla y Dnipro, desgrana las virtudes del rival en la final de Polonia. "Es un equipo compacto y aguerrido, con ilusión y corazón de león", señala.

La tremenda ilusión que tenía el Sevilla en vísperas de Eindhoven es la que siente ahora el Dnipro ante la gran cita de Varsovia. La motivación del sorprendente rival del equipo de Unai Emery es su mejor baza. El equipo del río Dniéper, dirigido por el más prestigioso de los técnicos de Ucrania, el ex seleccionador Myron Markevich que tomó el relevo de Juande Ramos el pasado verano, ha logrado una proeza histórica. No sólo eliminó a uno de los principales favoritos, el Nápoles, sino también a dos equipos de Champions, Olympiacos y Ajax, y a un clásico como el Brujas, con el que tuvo cierta fortuna, la misma que medió para que se clasificara en la última jornada de la liguilla por un gol legal anulado al Qarabag ante el Inter en el minuto 94.

Detrás de la proeza hay un equipo "motivadísimo, compacto y aguerrido", según Marcos Álvarez, preparador físico del Sevilla en la etapa dorada de Juande, con quien estuvo al frente del Dnipro en las anteriores cuatro temporadas. "Anoche me llamaron varios jugadores para darme las gracias, porque creen que parte del éxito es por el orden que nosotros impusimos allí, antes era un equipo muy anárquico". Ahora se comportan como un bloque pétreo con una estrella que brilla con luz propia no sólo en el Dnipro, sino en la selección de Ucrania, el habilísimo Konoplyanka. "No es un equipo de toque, están jugando con tres medios centro defensivos, Rotan, Kankava y Fedorchuk y juegan mucho con las bandas. En la derecha, con Bruno Gama, un jugador que sí es de toque, o Matheus, que fue la pesadilla del Sevilla con el Sporting de Braga y es rapidísimo, o con Konoplyanka, que es el crack, en la izquierda", analiza Marcos.

Matheus y Konoplyanka juegan a pierna cambiada y todo pasa por la habilidad del ucraniano. Según el preparador físico sevillano, "no tienen un organizador claro de juego". "Su juego es robar y conectar con las bandas o con el punta, sobre todo con Konoplyanka. Él mismo se fabrica una jugada solo, se puede ir de dos o de tres y salir de un rincón con habilidad. No he visto a nadie que lo coja en conducción de balón, porque es velocísimo, se frena, sale... y llega muchísimo. Es un cañón, se le queda chico el Dnipro. Y tiene gol, pero es más de último pase".

Markevych alterna en la posición de delantero centro con el croata Kalinic, "que juega muy bien con el cuerpo y va bien de cabeza, aunque le falta velocidad", con el héroe ante el Nápoles, Seleznyov, "más trabajador, agresivo dentro del área, donde arma la pierna rápido con poco espacio".

En la retaguardia, la mejor baza es el meta Boyko. "El portero es un cañón. Es rapidísimo, no tiene miedo a salir, tiene mucha envergadura (1,97 metros), es muy ágil y tiene un salto espectacular. Si tiene algún pero es a nivel técnico, pero es un grandísimo portero". Los laterales son el veterano Fedeskiy, "internacional con mucha llegada y mucho recorrido", y el brasileño Leo Matos, "un buen defensor con buen manejo", y los centrales son el también brasileño Douglas, "alto y rapidísimo" y Cheberyachko, "que es contundente, rápido y más técnico con los pies". Chygrynskiy, llegado en invierno, juega menos.

El estilo es claro: "Van a jugar bien armados, con orden táctico, replegados en 30 metros, con las líneas juntas y presionando, para salir a la contra. Y van a muerte en cada balón, porque son chavales con un corazón de león. De esa forma empezamos a ganarles al Shakhtar y al Dinamo, los grandes en su liga, y en Europa al Nápoles hace dos años, al Tottenham también... Y se lo han creído y lo han asumido".

El Sevilla está dos peldaños por encima a todos los niveles, según Marcos Álvarez... "Pero es una final y la motivación la tienen por las nubes desde cuartos y no tienen nada que perder. Me ha sorprendido muchísimo que haya llegado a la final el Dnipro, con momentos de cierta fortuna". Pero cuentan con el factor sorpresa, y ése es su peligro, el arma de la ilusión.

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