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Para ateos con mucha fe

  • En un horario inhabitual en un día como hoy, un cada vez más necesitado Betis recibe a un Unicaja que no regalará nada: ni un par de horas para jugar al mediodía y no por la tarde

Para ateos con mucha fe

Para ateos con mucha fe

Domingo de Ramos a las 18:00 en Sevilla. Los habrá que estén esperando ver a la Hermandad de La Estrella en el Puente de Triana. Otros estarán viendo al penitente de San Roque salir de su iglesia y habrá quien observe el gigantesco paso de la Cena por Campana. La capital andaluza de bote en bote. En plena ebullición. La calle Feria y la Alameda intransitables por la Hiniesta y los niños de la Borriquita a punto de recogerse tras regalar miles de caramelos. No faltan para los creyentes y admiradores de lo que es esta fiesta cultural en la ciudad puntos en los que estar presentes esta tarde. Pero la escrupulosidad para cumplir con el reglamento hará que otro lugar extramuros sea punto de encuentro para, seguramente, unos pocos. Menos de los habituales por el día, claro. Y es que esa hora el Betis Energía Plus se juega parte de sus opciones de salvación ante el Unicaja de Joan Plaza, que no quiso adelantar el encuentro al mediodía para cumplir quisquillosamente con el mínimo de horas de descanso entre partido y partido tras jugar el viernes en Alemania en la Euroliga. Las alegrías de los ricos las pagan también los pobres.

Escasa o ninguna influencia tendría haber jugado a las 12:30 (el límite para el inicio del partido era las 14:00), como es habitual, en el resultado entre un equipo que maneja más de 10 millones de presupuesto y otro que va penúltimo en la clasificación. Pero sí será diferente el ambiente para el cuadro costasoleño, que ha caído en San Pablo en sus últimas tres visitas y ahora se medirá a un rival en un escenario más desangelado de lo normal. Y pese a todo, el Unicaja está en su derecho y Plaza, que es uno de los mejores técnicos de España porque exprime al máximo sus plantillas y no concede nada al rival, no quiso regalar un par de horas. Pues a jugar. Eso sí. A las 11:30 se entrena en San Pablo.

La peor defensa de la liga, la verdiblanca, recibe al mejor en este apartado. Mal augurio para un Betis incapaz de parar la capacidad anotadora de cualquier rival, lo que limita mucho sus opciones de triunfo y más ante un equipo como el Unicaja, el conjunto que menos puntos encaja de la ACB (75,6) y que encima cuenta con Nedovic, Waczynski, Carlos Suárez y un gran ramillete de jugadores capaces de ganar por sí solos un encuentro.

Las opciones pasan, como cada día, por defender. Por entrar duro en el partido duro aprovechando que los de Plaza jugaron el miércoles y el viernes y hacer que estos le cojan tirria al duelo. Hacer un partido feo y no dejar que los rivales entren al choque con comodidad y rompan el marcador pronto, como es habitual.

Otra cuestión que se repite en cada previa es el rebote. Quintana apunta cada viernes ante los medios que hay que cerrar mejor el rebote, pero después sus jugadores se quedan en el parqué viendo como los del otro bando capturan uno tras otro ante sus ojos por un mayor deseo y una mejor actitud. Plaza suele meter en vena esa idea en sus equipos y en e Unicaja no hizo menos. De hecho, el cuadro costasoleño es el segundo mejor en rebotes ofensivos, por lo que el festín de segundas opciones de los visitantes podría finiquitar el choque antes de tiempo.

No sólo esto es un debe de los hombres grandes, sino de todo el grupo. El Betis debe jugar con garra y ambición porque el tiempo se le agota. No lo ha demostrado en todo el campeonato y si a los Booker, Schilb, Kelly y Nelson, los llamados a tirar del carro, les queda algo de orgullo es hora de sacarlo. Kelly debe ser más inteligente y aprovechar su velocidad para penetrar y Schilb debe ser mas regular y constante los 40 minutos y no sólo aparecer en el tercer cuarto. Los triples de Nelson y Zagorac, la defensa de Alfonso Sánchez, los rebotes de Anosike, las asistencias de Mikel Úriz y Franch... Es hora de ser un equipo y demostrar a los ateos que aún se puede creer.

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