Ondrej Balvin (20-09-1992) lo mismo te suelta un "quillo" que despide la conversación diciendo "agur". No olvida sus inicios sevillanos, pero vive el presente en un Bilbao que no se pone techo. Se mide este sábado al Coosur Real Betis, "un duelo especial", aunque esa aventura hispalense queda ya lejos y sus caminos ni siquiera tuvieron una mínima opción de unirse el pasado verano.

–Sevilla, Las Palmas, Madrid, Bilbao... Y con sólo 27 años

–Hay que probar diferentes climas y comidas, ¿no? Me va bien, estoy muy contento aquí, aunque hace poco sol. Un día hace sol y otros cuatro parece que va a haber un tornado.

–Un tornado está siendo su equipo en Miribilla, donde han caído tres conjuntos de Euroliga.

–Hacernos fuertes en casa es la clave, aunque también se nos escaparon dos triunfos. Sumar todo lo que se pueda en casa es fundamental para nosotros.

–Y tienen opciones de Copa...

–No es un objetivo, pero lo pelearemos. Nadie contaba con nosotros, pero desde el inicio hemos mordido en cada partido. En casa nos sentimos muy arropados por la afición, que nos transmite una energía extra y eso se nota, así que intentaremos seguir en esa lucha ganando de nuevo.

"Mumbrú es de la filosofía de Aíto de dejar hacer y concentrarse sólo en su equipo, no en el rival"

–Ganando... al Betis. ¿Sigue siendo un choque especial para usted por el pasado o eso ya queda muy lejos y no lo ve como 'su' club?

–Es cierto que tiene otro nombre y que no es el Caja, pero para mí siempre será el club en el que me crié profesionalmente y será especial, aunque queden pocos de mi época a los que saludar. Sevilla, para mí, siempre será Sevilla.

–¿Le da nostalgia pensar en aquellos maravillosos años?

–Un poco, porque ves dónde está ahora cada jugador y piensas en lo que pudo ser. La clave fue Juan Llaneza, que hizo fichajes de jóvenes reconociendo que el futuro estaba en la juventud. Nos firmó a todos contratos largos para desarrollarnos y con el tiempo se recogieron los frutos de esa apuesta.

Ondrej Balvin celebra una canasta.

–Ahora es referente interior a pesar de que en la liga cada vez hay menos pívots puros.

–Es el estilo que se ha exportado de la NBA, pero ahora, poco a poco, empieza a cambiar el modelo y jugadores grandes están volviendo a ser importantes con interiores móviles que sepan postear.

–¿Cuál puede ser la clave del enfrentamiento?

–Será importante parar el contragolpe del Betis y limitar su capacidad de tiro exterior.

–¿Y qué tal con Álex Mumbrú, su técnico ahora aunque hace dos años era su rival?

–Genial. Al principio tenía un poco de miedo, porque lo conocía sólo como jugador. Me gusta mucho su estilo. Es de la filosofía de Aíto de dejar hacer y concentrarse en su equipo, no en el rival.

–Y se encontrará con Oliver, ex compañero en el Gran Canaria. ¿Le ve madera de entrenador?

–La edad le da mucha experiencia y al no jugar tanto como años atrás siempre intenta apoyar en otros aspectos y por eso estando en el banquillo parece otro entrenador. Él conoce muy bien el juego, organiza, anota... Es un grande.

"Uno ve dónde está ahora cada jugador y piensa en lo que pudo ser ese CB Sevilla de los 'niños'"

–¿Está notando físicamente su participación en el Mundial?

–Las primeras dos jornadas me costaron un poco, pero después me recuperé y ahora, aun con un pequeño bajón, físicamente estoy bien y cerca del máximo nivel.

–Extraña que nadie de Sevilla se acordara de usted en verano.

–Pues no hubo ningún contacto.

–La ACB se ha igualado...

–Sin duda. Recuerdo que cuando llegué a España la crisis empezaba a notarse en los clubes. En Sevilla, con la salida de Cajasol, el presupuesto cambió y era como la noche y el día. Poco a poco se ha ido recuperando la situación y la liga empieza a tener la competitividad que tuvo años atrás.

–Es ya un veterano en la ACB. ¿De ahí su cambio de look?

–Nunca tuve el pelo largo y quise probarlo antes de que la genética de mi padre me agarrase. Quería saber qué era tener el pelo largo antes de raparme por obligación.

Ondrej Balvin.