Betis Baloncesto

Betis Baloncesto - Hestia Menorca. Oxígeno en modo de victoria (88-57)

  • Sin Ismael Romero, apartado del equipo, el Betis Baloncesto despierta ante un débil Menorca que no puso nunca en duda el triunfo local

  • La mejora real todavía está por determinar todavía, ya que el ataque sigue sin ser coral y abusa de las individualidades

Rogic se dispone a lanzar ante Arteaga.

Rogic se dispone a lanzar ante Arteaga. / Betis Baloncesto

Despertó el Betis Baloncesto, que no es poco. Vale que el rival no apretó lo más mínimo y eso hace que medir la posible mejora del conjunto verdiblanco sea aventurarse mucho, pero lo que sí está claro que las caras eran otras. Jugar con una sonrisa en el rostro siempre es mejor. Y eso se notó en la actitud de un conjunto metido desde el inicio y que rompió pronto el partido para dejar sentenciado al Hestia Menorca al descanso para acabar sumando su segunda victoria de la temporada por 88-57. La primera de la era Bruno Savignani, la primera sin Ismael Romero, apartado de la disciplina del club heliopolitano, que ya busca pívot en el mercado y escucha todo tipo de ofrecimientos para reforzar una posición clave en esta LEB Oro.

Fue un encuentro con poca historia. Porque entre que Hannah no tuvo el día con mucho desacierto, que Arteaga era un amigo en vez de un contrario y que Polanco estuvo acertado desde el inicio el cuadro local se disparó pronto, pese a que sigue cayendo en los errores de siempre. En tres minutos de partido ya estaba en bonus con cuatro faltas, circunstancia que ante otro oponente puede marcar la diferencia entre ganar o perder.

Con Berzins actuando más en la pintura para sacar provecho de sus 2,13 metros, pese a que jugó tocado del tobillo derecho, el equipo hispalense acabó el primer cuarto con el triunfo ya encaminado con un 25-15 más que esperanzador. Pese a las personales, la actitud en defensa era otra al del día en Lérida, donde cualquiera entraba en la zona para anotar sin oposición junto al aro. Quedaba orgullo en el conjunto bético y salió en el momento justo para volver a ganar y conseguir el primer triunfo del curso en casa. Hubo poco público en San Pablo. Es verdad que el día estaba feo y que la hora, un miércoles, no ayudaba, pero es fundamental que el pabellón sea capaz de insuflar una mínima tensión competitiva al encuentro y que no se escuchen como si tuviera un megáfono los gritos de los técnicos o ruido de las zapatillas sobre el parqué al frenar. En encuentros más competidos el equipo lo agradecerá, aunque para ello hay que dar primero algo al aficionado y es clave hacer ver al personal que hay un bloque comprometido, que lucha y que gana.

El conjunto de Javi Zamora trató de agarrase a su ex ACB. Hannah no fue nada efectivo desde el triple y Arteaga era incapaz de imponer su físico a un letón de 38 años y tocado de un tobillo. Por algo está en la LEB Oro. Una canasta de Berzins dejaba a su equipo doblando al contrario a cinco minutos del descanso (38-19). El cuadro balear se había entregado ya y el Betis jugaba a placer para sacarse de encima todos los fantasmas y miedos acumulados derrota tras derrota. Sin capacidad de reacción del Menorca, al descanso todo estaba decidido con el 52-27. Eso sí, el equipo de Savignani apenas logró cuatro puntos en tiros de dos puntos en ese segundo cuarto. Pocas asistencias y abusando demasiado del triple, aunque esta vez entraban (5/8 en estos 10 minutos). La clave es encontrar soluciones para cuando la mirilla no esté afinada.

Nada cambió a la vuelta de los vestuarios. El cuadro local mandaba en los dos campos ante un rival ya entregado y las rotaciones de Savignani, con Dómenech ayudando como pívot y Dedovic, que va a más con el paso de los encuentros, como cuatro, permitían a los locales mantener el ritmo competitivo para llevar la renta hasta una máxima diferencia de 33 puntos (68-35).

Con todo decidido, el último cuarto fue un partido de solteros contra casados con un parcial en los primeros cinco minutos de 4-4. Vale que el Betis Balocnesto tenía ya ganado el choque, pero no puede permitirse, después de lo que ha venido demostrando, una desconexión ante un rival totalmente entregado, Pérdidas, ataques mal organizados y malos tiros. Dijo Savignani en la rueda de prensa de su presentación que quería un ataque dinámico en el que la pelota se moviera con rapidez y fluidez. Pero nada de eso se ha visto aún, ni siquiera en un partido que manejaba con tanto dominio y en el que abusó en exceso de las individualidades de sus jugadores. Polanco es un generador, Joaquín Rodríguez va adaptándose al juego en España y Barnes, más apagado que en otras ocasiones, se embarulló, como Rogic, en varios ataques. Aspectos que hay que pulir porque ningún rival dará tantas facilidades.

Viendo el vaso medio lleno, había que ganar y se hizo. Sin Romero, que no generaba precisamente buen ambiente. El Betis ya ha cortado a tres extracomunitarios en poco más de dos meses. Toca acertar de una vez en la elección del pívot que debe sustituir al internacional puertorriqueño, porque Berzins está para dar descanso al cinco que llegue, que debe ser el titular. Toca ir a más, porque el despropósito mostrado hasta ahora no podía permitirse. Ha habido reacción en la primer match ball, pero la prueba del algodón será el domingo (12:30) ante un conjunto más hecho como el Oviedo otra vez en casa. Ya se sabe que el algodón no engaña. 

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