Betis Baloncesto

Cáceres - Betis Baloncesto: Ni los fichajes le cambian la cara (64-61)

  • El Betis Baloncesto cae en un lamentable partido en el que no exhibió más juego que lanzar triples y tirar de individualidades

  • Debutaron Wembi y Faggiano, que ante uno de lo equipos de la zona baja se dieron cuenta que la LEB Oro no es la liga mexicana

El bético Frazier trata de zafarse de la defensa del pívot del Cáceres Dikembe.

El bético Frazier trata de zafarse de la defensa del pívot del Cáceres Dikembe. / Betis Baloncesto

El que sepa de LEB Oro tiene claro cuál es el secreto para competir: un base, un pívot y un técnico que conozcan la categoría. Mientras más buenos sean cada uno de ellos, mejor le irá al equipo, y el Betis Baloncesto no tiene nada de esto. Muchos cambios y 14 jornadas después todavía no hay equipo. Hay muchos jugadores, 20 van ya los que han vestido esta campaña de verdiblanco, pero está lejos todavía de ser y jugar como un equipo. Y lo demostró una vez más en Cáceres, donde perdió por 61-64 ante un rival que venía de encadenar seis derrotas.

Y perder no es lo peor. Para hacérselo mirar fue la imagen de un conjunto que por muchos cambios en la plantilla sigue sin los tres pilares básicos para salir adelante. Alguien decidió fichar a Bruno Savignani por esta temporada y una más y el técnico no da ni una muestra de ser capaz de hacerse con las riendas de un proyecto que necesita ya un cambio de cromos más, esta vez en el banquillo. Porque muy poco necesitó el conjunto de Roberto Blanco para imponerse. Pronto entendió que la debilidad verdiblanca por dentro era un filón a explotar y Dikembe se agigantó para llevar el mando del encuentro ante un Berzins con alergia a la zona y un Wembi que en su debut se enteró que esto no es la liga mexicana.   

Pero más allá de jugadores, el problema, después de tanto cambio, es de entrenador. El Betis Baloncesto no conoce el sentido colectivo del juego y sólo ataca con individualidades. Si Frazier o Barnes están acertados como ante el Cantabria hay opciones; si tienen un mal día no hay plan B. Porque el único ideario que parece inculcar el entrenador es el de tirar triples. ¡Cómo si fuesen los Warriors! Con un 7/34 desde más allá de la línea de los 6,75 metros ganar es difícil. Tiró el cuadro sevillano más de tres que de dos puntos (14/28), pero nunca con un juego coral, moviendo el balón con sentido, que para eso se supone que ha venido Faggiano, y con la máxima de "Juan Palomo" por bandera como demostraron Frazier, especialmente en el tramo final, o un fallón Polanco que parece otro jugador al que llegó.

Y aun sin un pívot ni un base dominadores ni un técnico que sepa hacer jugar su equipo tuvo opciones hasta el final el Betis Baloncesto. ¿El motivo?, el rival. Porque las facilidades que dieron los locales casi les cuesta la derrota. El cuadro extremeño ganó firmando un pobre 1/14 en triples y dejándose por el camino 13 tiros libres (19/32), lanzando el doble de lanzamientos desde la personal que los visitantes: (12/16) lo que es meter balones dentro.

El caso es que después de un 3-13 de inicio con tres triples, el Betis se atascó en ataque porque en el momento en que los tiros exteriores no entraban se acababan las ideas. El primer cuarto lo cerró con 14-15 y al descanso llegó mandando por 27-32 y un 6/20 en triples, lo que significa que en la segunda parte firmó un 1/14. Sin triples, no hay juego, ni ideas ni posibilidades.

Aun así el Cáceres tampoco iba sobrado en ataque y los errores daban opciones a los sevillanos, que encendieron las alarmas en el último cuarto con el 59-52. Este periodo definitivo se abrió con tres faltas del Betis en los primeros 23 segundos sólo con meter el balón en la pintura. ¡Tres faltas en 23 segundos! Es el nivel de la defensa. Pero con muy poco el cuadro bético se metió en el partido y un triple de Joaquín Rodríguez y una canasta de Berzins pusieron el 61-60 con 1.45 minutos por delante. El uruguayo empató desde la personal, pero falló el primero y en el carrusel de tiros libres se le encogió también la mano a Hamilton: 62-61 y algo más de un minuto por delante. Frazier tomó la responsabilidad tras un tiempo muerto. Cabía esperar una jugada de pizarra de Savignani, pero el ataque se limitó a que el escolta estadounidense garrase el balón en su campo, subiera la pelota, se plantase en el triple y tras un bloqueo de Berzins, se tirase un triple que no entró. 

Una pérdida cacereña dio una vida extra a los de Savignani. El primer ataque en el que la pelota se movió bien tampoco fue efectivo. Hacía falta anotar como fuera y Dedovic lanzó solo desde una esquina un triple. Agua. Dikembe, que roza el 50% desde la personal, todavía se empeñó en dar otra al Betis, pero tras Frazier falló otra vez desde el triple. Todavía tuvo otra el Betis cuando Raitanen sólo anotó un tiro libre, pero tras el rebote Frazier corrió hacia el campo contrario con la única idea e jugarse un triple. La defensa lo cerró, Kuksiks esperaba sólo a un lado y Frazier falló para que un Betis sin pívot, base ni entrenador firmase una nueva derrota en la LEB Oro. 

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