Las visitas al Real Madrid suponen un reto mayúsculo para prácticamente cualquier rival. Los blancos, acostumbrados a gastar dinero casi por castigo, tienen una de las plantillas más fuertes de Europa. Los 40 millones de euros de presupuesto que tienen, el tercero más alto de todo el continente, sólo detrás del Barcelona –41– y el CSKA Moscú –40,7– tienen que servir para que los de Pablo Laso sean considerados favoritos en todas las competiciones en las que participan.

Lejos de esas mastodónticas cifras, pero muy lejos, se mueve el Coosur Real Betis. Los verdiblancos, próximos visitantes del Wizink Center madrileño (domingo, 12:30), tienen ante sí la difícil misión de voltear una tendencia negativa que se repite desde hace casi diez años: desde la época de Joan Plaza el equipo hispalense siempre ha caído derrotado en su visita al Real Madrid. En aquel duelo, datado el 20 de mayo de 2010, el por entonces Cajasol asaltó Vistalegre (60-66) en el primer encuentro de cuartos de final de los play off por el título. Los de azul lograban dar el primer golpe en la eliminatoria gracias a la grandísima actuación de Savanovic (19 puntos) y Kirksay (14), aunque los de Messina, quien ocupaba el banquillo madridista, lograrían dar la vuelta a la ronda con triunfos en los dos siguientes partidos.

Desde aquel mes de mayo, derrota tras derrota. Porque los hispalenses han sido incapaces de ganar en la presente década en la capital ante el equipo blanco y han caído de forma dolorosa en algunas ocasiones, con más de 20 puntos de diferencia en el marcador. Una tendencia que los de Curro Segura, pletóricos y con la moral por las nubes después de vencer al Burgos, tratarán de cortar y voltear.

Asaltar el Wizink Center es una tarea complicada. Mucho. De hecho, esta temporada sólo tres equipos han conseguido vencer al Real Madrid como visitantes. Dos de ellos, en la Liga Endesa y otro en Euroliga. El Anadolu Efes turco venció en competición internacional hace un par de semanas, mientras que en la competición nacional, los de Pablo Laso cayeron como locales ante Baskonia y Joventut, precisamente los dos últimos equipos que han visitado al Real Madrid.

Precisamente la derrota ante el equipo de Badalona permitió que el Barcelona se escapara como líder de la clasificación en solitario. Esta dinámica hace que los madridistas, segundos en la Liga y en la Euroliga, tengan un estrecho margen de error en la competición local. Un hecho que eleva su nivel de peligrosidad.

Pese a todo, el Coosur Betis confía en dar la campanada. Un triunfo bético en Madrid supondría la mejor forma de llegar al parón liguero, por la Copa del Rey en primera instancia y por la disputa de las ventanas FIBA, con duelos de la selección española en su camino hacia el Eurobasket 2021. Así, la competición doméstica se despide y no volverá hasta finales del presente mes de febrero, con la disputa de la vigesimasegunda jornada de la Liga Endesa. Y sea cual sea el resultado que se dé en el Wizink Center, los béticos llegarán a este paréntesis fuera del descenso.