Entrenamiento a media pista por las filtraciones de agua de San Pablo

Sevilla/Nunca llueve a gusto de todo, dice el dicho, aunque con un 2019 de sequía no está de más incluso más agua. El campo lo agradece, el ambiente se limpia..., pero como en los últimos años con cada lluvia surge un problema que ha sido recurrente en el Palacio de los Deportes de San Pablo: las goteras, aunque en esta ocasión son filtraciones por la sustitución de las planchas de la cubierta.

El Coosur Real Betis trabaja esta semana preparando la cita del domingo ante el Barcelona y esta mañana tuvo que variar la sesión de trabajo en la pista principal del recinto sevillano, ya que sobre una de las zonas caía agua en el parqué. De esta forma, Segura dispuso de un entrenamiento a media pista con sus jugadores.

El problema no es nuevo. Durante años ha ocurrido tanto sobre la pista como sobre las granas. Y para acabar con ello el Ayuntamiento inició el pasado marzo la licitación de una partida presupuestaria (a la que siguió un periodo de adjudicación y firma del contrato, como en todas las contrataciones públicas) para acabar con esta situación. La sección de obras y proyectos del Instituto Municipal de Deportes (IMD) se propuso con ello eliminar las filtraciones por la cubierta de una vez con una actuación sobre la zona que cubre el edificio (quedaba excluida el área perimetral del vuelo) con una durabilidad mucho mayor para acabar definitivamente con esta situación. La partida es de 251.721 euros (IVA incluido) y la duración de las obras, que arrancaron hace un mes, es de 16 semanas, por lo que el plazo estimado para la conclusión es entrado enero. Fuentes municipales explicaron que el agua que se filtra ahora es en la zona en la que actualmente se desarrollan los trabajos de sustitución de las planchas de la cubierta y de ahí el problema con el que se topó en el entrenamiento el Coosur Real Betis.

El Ayuntamiento aclara que en la actualidad se está desarrollando el plan de renovación de la cubierta del Palacio de los Deportes de San Pablo que consiste en la sustitución de elementos aislantes para garantizar la normalización de la actividad, lo que puede provocar algunas incomodidades en el transcurso de los trabajos. Estas obras comenzaron en octubre y tienen un plazo de ejecución de 16 semanas, por lo que concluirán a inicios de 2020. Dentro del proyecto se contempla además un modificado sobre el acceso a las claraboyas de la instalación que no tienen incidencia sobre los plazos marcados.

Igualmente, hace más de tres años, se llevó a cabo otra reforma en la cubierta del pabellón de San Pablo, una solución temporal que aplicó el IMD que consistió en la impermeabilización de las juntas, la reimpermeabilización sobre zonas ya tratadas y la limpieza de los canalones. A la vista de los resultados, nada acaba con un problema persistente.