Luis Casimiro, entrenador del Betis Baloncesto, cree que, de cara al partido de este domingo ante el Unicaja en Málaga, su "equipo debe prepararse pensando en sí mismo porque es consciente de que debe mejorar muchas cosas para ser más competitivo" para medirse a un "rival peligroso, con mucha profundidad de banquillo".

Casimiro vaticinó frente a Unicaja "un partido de mucha exigencia" para un Betis que ha ganado uno de sus cinco partidos, "pero también para ellos, que llevan solo dos victorias", de modo que "si un duelo regional tiene de por sí mucha intensidad", tendrá "más cuando los dos equipos están necesitados".

El técnico manchego pidió a sus jugadores que "la solidez que presentan en algunos minutos" de los encuentros "debe prolongarse todo el partido" y espera, además, que "entren los tiros abiertos fallados contra Girona" en la pasada jornada, cuando sus tiradores no estuvieron acertados, lo que "no debe impedir que sigan tomando los tiros que se les presenten en buenas condiciones".

Para Luis Casimiro, "es especial volver a Málaga", donde vivió "una etapa muy bonita, con una final de la Copa del Rey" en la que "hubo inconvenientes como la pandemia pero fue un momento, visto con retrospectiva, bueno", porque Unicaja jugó "partidos de excelente baloncesto".

El preparador bético ha señalado "no por llorar, sino a modo de información", que "la semana ha tenido la alegría de que Almazán trabaja con normalidad pero se han caído Eulis Báez y Rodions Kurucs en algunos entrenamientos, dos contratiempos" que no les impedirán "llegar al partido".

Además, el pívot congoleño cedido por Unicaja Yannick Nzosa, inédito esta temporada por una lesión, "volvió a hacerse pruebas, está respondiendo bien al tratamiento y está trabajando en algunas fases con el resto del equipo", por lo que "si no tiene recaídas, se irá reincorporando a la dinámica hasta estar al cien por cien".