Coosur Real Betis

Niang, el compromiso como bandera

  • El pívot bético pasa el confinamiento solo, entrenándose y refugiándose en el contacto telemático con los suyos

  • Habla sobre el virus, el futuro de la competición, sus sensaciones y rememora el partido "clave" ante el Gran Canaria

Mamadou, 'Petit', Niang,  posa en su vivienda durante  la presente temporada.

Mamadou, 'Petit', Niang, posa en su vivienda durante la presente temporada. / Coosur Real Betis

Ha perdido ya la cuenta. Al principio tachaba los días en el calendario, pero cuando se dio cuenta de que "esto iba para largo", lo dejó. Entrenamiento, porque es "muy delgado" y como lo deje un poco de lado "cuando volvamos de un soplido me quitan de en medio", dice Petit Niang, cocina, "con más esmero ahora al tener más tiempo" y hablar, "y tranquilizar", a sus familiares en Senegal, donde "por fortuna el virus no ha entrado con fuerza".

El pívot del Coosur Real Betis, con contrato en vigor para la próxima campaña (el único de la plantilla con el año asegurado), pasa su confinamiento entre la cocina y el salón, donde no falla ningún día, solo o con el resto del equipo, a la hora de ejercitarse para mantener la forma. "Antes de que nos trajeran las bicicletas notaba las piernas flojas. Ahora las siento incluso más fuertes que antes, porque la uso bastante. Por la zona superior, hago lo que puedo para mantenerme. Seguramente lo que más me pueda costar es recuperar el ritmo. Soy diésel", explica el senegalés, "un poco aburrido ya, la verdad, aunque parece que nos tendremos que acostumbrar, porque esto va para largo". "No pensaba que no sería para tanto. Cuando empezó la sensación es que no lo contaron todo. Ahora van pasando los días, las semanas, los meses... y no se ve el final".

Lo que sí ha aprendido Ninag de esto es hacer "siempre lo que haga Albert Oliver". "Él sí que fue listo, que se fue a Las Palmas a tiempo. Lo llego a saber y me monto con él en el avión para ir a Tenerife. Está claro que es el jefe", dice entre risas. Está solo en Sevilla y nota la ausencia de los suyos. "Es un poco jodido estar encerrado. Te limita mucho. Y el aspecto mental se hace duro de vez en cuando a estar lejos de tu gente. Si al menos se supiera la fecha en la que se acaba esto...". La cocina es un modo de desconectar. "La carne y el yogurt griego nunca me faltan. Salgo una vez a la semana y ahora con más tiempo hago más comida típica senegalesa. Es muy laboriosa y se tarda mucho tiempo, pero ahora me sobra y hago arroz con pescado o verduras", explica el interior, al que no le gustan los dulces, así que no teme pasarse de peso. Al contrario, puede pecar por el otro extremo. "En los 10 años que llevo en España nunca hice el ramadán, porque con los entrenamientos y los partidos no lo podía llevar bien. Siempre tenía miedo a bajar de peso al ser un jugador flaco. Ahora,con la competición parada, no tengo excusa. Puede que lo haga. A ver cómo sale, porque sé que me va a costar".

Y puede que cualquier excusa desaparezca, pues no tiene pinta que la Liga Endesa se reanude. Y si lo hace, el formato es todo un misterio. "Siempre hablamos en el grupo de WhatsApp de los jugadores sobre las noticias que nos van llegando. Viendo los escenarios, es complicado hablar algo. Todos queremos terminar la liga, pero la salud es lo más importante. Hay mucho dinero en juego y querrán terminar la liga, pero si hay algún riesgo lo mejor es, creo, es cancelar la temporada. Pero no es decisión mía", señala Niang, "tranquilo", porque el Betis está fuera de los puestos de peligro: "El objetivo era mantenernos en la ACB y estábamos en la buena línea. De no haber parado la ACB creo que estábamos en una buena dinámica y hubiésemos subido más posiciones en la clasificación. En el último mes éramos otro equipo. Nos faltaban cosas que los nuevos nos dieron y los que estábamos dimos un paso adelante. Ahora todo es complicado porque hay muchos intereses con los descensos y los ascensos y habría que buscar la mejor solución para todos. Se la que sea, esto es algo que ha venido así y que nadie controla, por lo que no ay que señalar a nadie como culpable".

Pablo Almazán e Inma Avivar ayudan a Niang en el choque ante el Gran Canaria. Pablo Almazán e Inma Avivar ayudan a Niang en el choque ante el Gran Canaria.

Pablo Almazán e Inma Avivar ayudan a Niang en el choque ante el Gran Canaria.

En esa dinámica positiva de los verdiblancos un partido fue el punto de inflexión: "El del Gran Canaria, seguro". "Lo jugué con muchas ganas para ganar. Me salió bien, aunque no lancé ese tiro libre decisivo. Es importante saber tu rol y que el entrenador te dé la confianza necesaria". Aquel día estaba haciendo un gran partido: 15 puntos y cinco rebotes, tres de ellos en ataque. El último, decisivo, con falta incluida: "Lo más importante era ganar. En ese momento no pensé en ser el héroe, sólo que tenía que hacer lo que fuera para ganar. Todos los jugadores quieren ganar y no salir cuando se decide todo. Es verdad que tengo problemas de hombro, a veces me pasaba de verdad. Pero esa vez no sabía qué me dolía: la cabeza, el hombro, el otro hombro. No sabía el qué, pero algo me dolía", bromea.

Niang machaca ante Bourousis. Niang machaca ante Bourousis.

Niang machaca ante Bourousis. / F. Ruso (ACB Photo)

Pero la historia tuvo intrahistoria: "Alguna vez lo hice en Tenerife y Beirán, compañero esos años, se fue para el árbitro diciéndole que me conoce y que era cuento; que ya lo había hecho otras veces, pero el árbitro le dijo: "Y qué hago sino soy médico". Unos días después Ferrán Bassas (compañero en Tenerife y ahora en Burgos) me mandó el vídeo y en broma me preguntó: "Pero qué te dolía entonces, aclárate". Pero no siempre es lucidez mental. La pasada temporada ante vez ante el Baskonia me pasó de verdad. Era el último minuto y estaba haciendo un buen partido, pero en un alley oop me golpearon. Todo el mundo pensaba que me estaba tangando, pero me dolía de verdad. Por la noche me encontré a Shengelia y me riñó. "Si lo haces nunca vas a meter los tiros libres", me dijo".

Se equivocaba el baskonista, porque Niang está firmando sus mejores números desde la personal este curso: un 63,6% de efectividad frente al 52,2% de la pasada campaña en Tenerife. "Allí esta temporada hice 4/4. Algunos que me conoce ni se lo creía. Algunos veranos he llegado a pagar para entrenar los tiros libres. Es mi mejor año desde la personal, pero pienso que es cuestión de confianza. Es verdad que en Sevilla trabajo más aspectos individuales con Javi Carrasco, que siempre te empuja para trabajar más y siempre está disponible. Pero no estoy haciendo nada específico en ese sentido. Si juegas menos de 10 minutos habitualmente sabes que si fallas un tiro libe te puedes ir al banquillo y tiras con más nervios. Sabiendo que lo normal es que disponga de al menos 15 minutos juegas más tranquilo. En el baloncesto la confianza es importante y te permite hacer cosas que ni pensabas. La confianza la trabajas, pero el entrenador te la tiene que dar", asegura.

En definitiva, Niang se define "como un jugador de equipo". "Al principio me costó entrar en dinámica. Lo sé, pero no tardé en encontrarme mejor haciendo buenos números y ayudando en defensa y el rebote. Mi meta no son mejorar mis estadísticas, sino aportar para que el club que ha confiado en mi crezca". Y en ello anda hasta que el coronavirus paró el deporte. Frenó el mundo. "Ahora se valoran cosas que antes no. El otro día cogí el coche para ir a comprar y estaba disfrutando. Me sentí libre, feliz..., y sólo estaba conduciendo", afirma. Por eso tiene claro qué será lo primero que hará cuando todo se normalice: "Estar con gente. Con, mi familia, mis amigos, mis compañeros...". Y claro, en cuanto pueda, estar con los suyos: "Para ellos es muy duro. Ven lo que pasa en España en general, no Sevilla en particular, y cuando veían 900 muertos al día estaban muy preocupados. Intento cada día llamarlos y tranquilizarlos. En Senegal, por fortuna, sólo hay dos fallecidos y unos 300 casos. Ojalá no vaya a más porque sería muy grave para África".

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